Extra 1. Deisy

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Después del baile no le vi gracia continuar en ese lugar en donde claramente mi relación con Naim se había ido a la mismísima mierda, si, estaba destrozada y aunque haya aceptado que era lo mejor no podía negarme a que en serio una parte de mi corazón se rompió y se fue con él.

Una parte de mi quiso perseguirlo, ir con él y decirle que lo esperaba el tiempo que fuera necesario, pero a quién quería engañar, era claro que el me mandaría por un tubo para decirme que esa relación a distancia no funcionará, y si, era verdad sólo que estaba demasiado dolida como para aceptarlo en ese momento, era una encrucijada difícil en la que evidentemente no había un camino claro para llegar a la respuesta.

Mientras caminaba a casa pensaba en todo lo que había pasado esta noche, los sentimientos encontrados que tuve en el momento antes de salir de la casa cuando hablé con Orson, en el baile pasando los últimos momentos con los caníbales, el último baile con Naim, el momento en que todo se tensó cuando llegó Jean, ver a Nadia nerviosa por verlo después de un par de semanas y por terminante estaba esa conversación que sin pensarlo sería la última que tendría con Naim.

Todo había pasado muy rápido, en mi mente no se había pasado ni siquiera la inquietud de que algo así pasaría, pero como dicen, siempre hay que esperar lo inesperado y las salpicaduras de sorpresa que vienen con ellas.

No sé cuánto caminé, pero cuanto supe a donde había llegado saque la llave de la puerta y sólo me dispuse a entrar, solté todo lo que tenía lo dejé en aquella mesa que estaba cerca a la puerta, quise desprenderme de todo para subir a mi cuarto, ya sería a descansar ya que en primer lugar los tacones me estaban matando y en segundo, quería desahogar el dolor que sentía en ese momento.

Dejé caer por completo mi cuerpo en aquella cama, sintiendo el pesado tormento que sentía, no sabía si quería llorar por haber perdido a Naim, porque mi hermano muy pronto se irá de la casa y me dejara sola, por mamá, porque anhelaba como a nadie tenerla conmigo para que ella me diera el consuelo que necesitaba en ese momento, las razones para llorar eran demasiadas, pero sólo quería sentir el calor del consuelo y desde luego que no lo tenía.

Sólo bastaba un instante para soltar en llanto, de verdad quería soltar todo lo que sentía, esta vez no sólo era por los que se van, esta vez era por mi, por todo lo que he pasado en este año, sollozaba por la felicidad que sentí, por los grandes momentos, porque la vida me presentó a grandes personas que me enseñaron mejor de lo que no pensaba que era, que era capaz de hacer cosas que no sabía si podía, lo más importante fue que me enseñaron que todo lo de esta vida se vive una vez, y por ende hay que disfrutar como si fuera el último día.

Me queda claro que todos tenemos buenos y malos momentos, que todos cometemos errores, de hecho no somos perfectos, ¿Pero quien sí lo es?. Exacto, nadie, que en los momentos en los que nos sintamos vulnerables no nos de miedo de expresarlo, ya sea que alguien nos preste atención o no, no nos quedemos con esta carga que sentimos, todos pensamos en muchas cosas, por ejemplo, querer ser el hijo o hija perfecto, querer tener buenas notas para impresionar a personas que sólo nos marchitan, que nos quita todo y no nos da nada, la verdad es que todos somos únicos y eso está bien, ser nosotros mismos es lo mejor que nos puede pasar, seamos quienes queremos ser, sin miedo de demostrarlo.

Como dije, esa era una de las razones por las que quería llorar, en parte es difícil para mí ser hija única mujer y estar en medio de dos hombres que son su familia y en medio de cuatro que con el tiempo se convirtieron en tus amigos y hermanos de alianza, aquel pequeño mundo en el que me sentía como si estuviera en una bola de cristal, te enseña a que te quieren proteger de todo y de todos, pero no todo el tiempo estarán para hacerlo, por eso este año en cuanto conocí a Nadia ella me enseñó a liberarme ser yo misma sin sentir miedo del qué dirán, porque, por comentarios de ese tipo de personas tóxicas que nos rodean es que aprendemos a sabernos valorar y cuidar a sí mismos. 

Love (JeanCarlo León, Naim Darrechi)© Parte 1 y 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora