CAPÍTULO 1 [PARTE 1]

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CAPÍTULO 1 - MI CHICO.

JARAH.

My boy, my boy, my boy
Don't love me like he promised
My boy, my boy, my boy
He ain't a man and sure as hell ain't honest

MY BOY - BILLIE EILISH

Me miro por última vez en el espejo repasando mi atuendo. Intento buscarle y encontrarle algún defecto, aunque sea ínfimo, pero no lo encuentro. El vestido que me había regalado él por mi último cumpleaños se amolda perfecto a mis curvas y el pelo está suelto y lacio tal cual él adora. Perfecto. Me estoy retocando el labial cuando mi celular suena avisándome que ya están esperando por mí.

Es increíble cómo, después de tantos años, aún las famosas mariposas, esas de las que todo el mundo habla, aún revolotean en mi panza cuando de él se trata.

Sonrío al espejo y reviso mi celular sólo para chequear que efectivamente es él. Acaricio la cabeza de Matilda que ladra en señal de despedida, tomo mi bolso y salgo por la puerta para encontrarme con la gran camioneta que comparte con su hermano. Lo veo recostado sobre la puerta, fumando un cigarrillo que arroja al piso al instante que me ve.

Tiene una sonrisa en sus labios, esa que baila repleta de dientes blancos y un tanto torcida que parecía iluminarlo todo. Su camisa de lunares negros, una de mis favoritas, la lleva arremangada hasta los codos y está estrenando el pantalón que compramos juntos hacía apenas unas semanas y le queda de maravilla.

Hunter es sinónimo de perfección y mis casi seis años con él lo comprueban. Aunque lo mismo era decir seis que toda una vida. Nos conocíamos desde siempre pero, lo que al principio fue un juego de niños intentando ser grandes, luego se convirtió en una relación estable y sólida por momentos. Otras veces, es destructiva y dolorosa y yo soy plenamente consciente de eso. Así y todo, Hunter parece un sueño hecho realidad. Mi sueño hecho realidad.

-Dime cómo hacer para estar cada día más buena porque no lo entiendo. –Murmura muy cerca de mi oído mientras me abraza. Y las cosquillas recorren todo mi cuerpo hasta hacerse paso a mi cerebro y sacudirlo por completo. Las palabras queman en mi lengua. Quiero decirle que tiremos a la mierda la salida de esa noche a una fiesta que no me interesa en lo más mínimo, que nos quedemos en casa acurrucados bajo una manta viendo una película. Porque Hunter tiene ese poder: el de hacerme creer que en el mundo sólo somos él y yo, y lo logra con apenas algunas palabras dichas al oído. Y en esos momentos en los que me hace creer que soy la única chica de su vida, me hace replantear por qué a veces no funciona, por qué elegía alejarme de él. En esos momentos, pequeños, creía que estaba loca por creer que no éramos el uno para el otro.

Cuando estaba por responder alguna estupidez seguramente, la bocina suena rompiendo el cristal en el que solía encerrarme cada vez que Hunter y yo estábamos juntos.

-¿Pueden dejar de comer delante de los pobres y podemos largarnos ya? La fiesta ya comenzó.

Hunter rueda sus ojos fastidioso. –Jeromé, cállate la boca.

Mi novio me hace señas para que suba al auto. Me abre la puerta de la camioneta y yo me subo justo al lado de Jeromé, uno de los mejores amigos de Hunter y mi peor pesadilla. Jeromé no es un chico malo, pero es un amante de las fiestas y fiel confidente de Hunter. De hecho, si Hunter estuviese montando una orgía, posiblemente hubiese sido idea de Jeromé. Él es uno de los cuatro miembros del clan más codiciado de la universidad junto con Apolo y Elián, el hermano mellizo de Hunter. Pero de todos, Jeromé, es y siempre fue el más peligroso. Soltero empedernido, es conocido por el odio profundo que le profesaba a cualquier tipo de compromiso propio o ajeno. Todos ya estaban acostumbrados a las miradas asesinas que nos regalábamos cuando compartíamos el mismo aire y la incapacidad que teníamos de simular que nos tolerábamos.

Una constelación llamada Jarah [+18] LIBRO #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora