Dominio Francés |+18|

CAPÍTULO 2

Al despertar, la luz mañanera cae directo en mi rostro. Arrugo mi entrecejo y pongo la palma de mi mano en forma de soldado cubriéndome del resplandor, miro el reloj que marca las once y media de la mañana. ¿Qué mierda?

«Ultimamente esa boca la tienes bien sucia» Dios, duermete un año.

No estoy de ánimos, pero levanto rápido mi cuerpo y un mareo intenso me frena en seco. Cierro los ojos con la mano puesta en mi frente esperando que calme. Suspiro y camino ingresando al cuarto de baño. Siempre me pasa, pero lo ignoro, normal.

Me dirijo a la cocina donde encuentro a Celeste con audífonos puestos, por ello no siente mi llegada. Olfateo... Huele delicioso. Me acerco y le doy una sonora palmada en el culo que la hace chillar.

—¡Ordinaria! —se queja y levanto una ceja.

—lo dice la que golpea peor.

Sonrío y en un soplo ya hemos almorzado, organizado y nos encontramos a la espera de que pasen a recogernos. En el trayecto quedo pérdida como siempre disfrutando de Marsella y al llegar al que supongo ser el lugar, levanto la vista y leo el grande letrero que dice «Art tatouage» y debajo: Estudio de tatuajes y piercing.

—¿Significa? —me hago una idea de su significado pero necesito confirmación.

—Arte del tatuaje —me guiña un ojo y asiento.

Nos despedimos de Hugo y Cami le promete llamarlo cuando acabemos.

Ingresamos al local y las tres clavamos la vista en la puerta que está siendo deslizada por un hombre joven, definitivamente los franceses son preciosos, Lleno de tatuajes, sus brazos, cuello y todo lo que se llame piel.

No le cabe uno más.

Este camina con porte elegante y extiende su brazo hacia mí. Brazo que acepto más que gustosa.

—Mademoiselle.—saluda al tiempo que deja un casto beso en mi mano.

«Señorita»

Me quedo admirándolo hasta que siento como golpean mi hombro logrando que salga de mi pequeño trance y así responderle.

—Je ne parle pas français —«Yo no hablo francés»

Recuerdo algunas palabras y frases dichas por Celeste, desde que se mudó aqui, en las llamadas que haciamos se colocaba como disco rayado a repetir y así poder aprenderselas, y adivinen qué, me ha servido de ayuda aunque pensara que nunca lo necesitaría.

Veo como suelta una pequeña sonrisa, tan preciosa como él. «Coqueta»

—Nick, no la bombardees que apenas aprende el idioma. —comenta Celeste salvándome la patria.

Retiro mi mano al tiempo que le devuelvo la sonrisa al hombre tatuado. A él se le mira y se puede decir, quiero ver una foto de como era antes o cuantas sesiones tuvo.

—Latina, tras de que eres preciosa aprendes rápido Alyssa. Enchanté.

Le sonrío antes de responderle. Esa palabra la sé, la vi cuando busqué el vocabulario en San Google antes de tomar el vuelo.

—Gracias. Tampoco estás nada mal.

—Nick, estamos ansiosas por tatuarnos. —habla Camille y las tres soltamos una pequeña sonrisa al ver al hombre frotar sus manos una con otra de arriba a abajo.

—No te enojes, hay de este hombre para las tres chicas más hermosas de mi vida, pero empecemos.

Las chicas colocan sus ojos en blanco para luego las tres comenzar a caminar detrás de él. Celeste dice que le gusta estar lugar porque él es extraordinario como ella.