CAPÍTULO 6

1.3K 62 73
                                    

Son las 5;30pm y sigo sentada en mi escritorio terminando algo ultimo de un archivo contable. No tengo afán, por ello me tomo todo el tiempo posible, pero una vez termino de organizar lo que hacía, ya no tengo con qué más perder el tiempo y lograr llegar un poco más tarde.

Gracias a Dios no tiene mi movil, ni manera de contactarme para acosarme sobre el por qué carajos no he llegado al sitio. Que espere.

Me levanto con toda la lentitud posible de mi puesto y organizo todo antes de salir, solo tomando mi cartera, guardando mi movil y dirigiendome hacia la oficina de Nathan. Sabe que me iré, pero le avisaré que ya por si me necesita, cosa que no creo porque sabe que su dichoso amigo me obligó a ir a su empresa.

Llego primero hacia la puerta que adorna la oficina de Soleil y dando tres golpes suaves, espero a escuchar un siga para poder continuar, fija su vista en mi y habla primero.

—Ey, castaña, ¿No se supone que te ibas a las 4?

—¿Quien te ha dicho eso? —sé completamente.

—Sabes que Nathan todo me lo informa para llevarlo en la agenda del día.

—Cierto, pero ya me iba. Quería preguntarte, ¿Está libre en su oficina?

—Si, puedes ingresar, ya le notifico.

—Gracias morena. —le respondo de la misma manera que en su saludo y sonríe.

—Con gusto, Castaña.

Me cae bien Soleil, a decir verdad. Suelo ser muy selectiva o fijarme bien en el actuar de las personas, detallar su modo de expresarse y ver si son de confiar o no. Pero en ella no veo más que pura amabilidad y amar lo que hace.

Avanzo esta vez hacia donde me iba a dirigir primero, pero despues pensé en que depronto podía interrumpir algo, pero no. Asi que aquí vamos. Tiene la puerta abierta. La oficina de Soleil está antes que la de él, por ello todo el que necesite dirigirse hacia allí, debe pasar, preguntar y continuar si su secretaria lo autoriza. De lo contrario te toca devolverte y volver cuando se te autorice.

Fui afortunada, aunque no me hubiese enojado en donde me hubiesen hacho perder un poquito más de tiempo.

«O lo quieres hacer enojar demasidado o le tienes miedo a su cercanía» No sé de qué me hablas. Ignoro mi pensamiento ue me quiere hacer creer no sé qué y saludo a la persona que yace revisando un montón de papeles.

—Hola de nuevo. —levanta su vista hacia mi— Te venía a informar que ya me iba.

—Vas demasiado tarde de la hora acordada —levanto mis hombros restandole importancia— Debe estar queriendo venir a por ti.

—Por eso le he dicho que yo solita llegaba. No quiero presiones y menos de alguien que no es mi jefe.

Suelta a reir y suspira.

—Vete antes de que nos bombardeen la empresa. No sabes a quien estás desesperando.

—Bien, nos vemos.

—Adiós.

Camino hacia la salida tomando un taxi que me avance hasta la dirección que he sacado de mi cartera para nuevamente leer, indicandole al chofer como si fuese experta en la ciudad y no ser raptada o llevada a otro lugar. Señor librame.

Dominio Francés |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora