el protector de pelaje blanco

capitulo #1

-Alex es hora de despertar- grita mi madre.

-ya voy- digo, mientras rasco mis ojos con mis manos para intentar despertar.

Mi nombre es Alex tengo 17 años y voy a la preparatoria, vivo con mi abuela, siempre la llamo nana, y con mi mama, mi padre murió cuando tenía 7 años fue mandado a una misión en corea del norte y solo regresaron sus cosas, mi padre era mi mejor amigo el único que me dejaba viajar a un mundo de fantasía y alejarme un poco de la realidad, mi padre y mi nana me cuentan la historia del lobo que protege el bosque, desde que tengo memoria me dicen que el lobo me protegerá por el resto de mi vida si logro encontrarlo, mi madre por un lado es un tanto complicada.

-Alex es la última vez que te vuelvo a despertar la próxima. - dijo ella antes de que la interrumpa.

-me enviaras a un internado lose lose-dije sin prestarle atención mientras tomaba una manzana.

-me voy nana, recuerda comer fruta- dije y besé la mejilla de mi abuela.

-cuídate Alex, y no te preocupes yo te despertare la próxima- dijo susurrando mientras me guiñaba el ojo.

-mama no la acostumbres ya está lo suficiente grande-dijo mi madre enojada.

-y tú no te metas es con mi nieta no con Tigo- dijo mi abuela mientras me miraba.

-gracias nana, me voy- dije saliendo de la casa.

Estudio en la preparatoria hitori la más famosa de Tokio, mis notas son lo suficientemente altas para conseguir una beca de estudiante primario, y como sabrán mi madre tiene suficiente dinero para mandarme a un internado así que lo tiene para pagar mi matricula irónica verdad. Después de todo se convirtió en una prestigiosa secretaria de presidencia nacional desde que papa murió ella volvió a trabajar.

-ehh¡¡ acaso es Alex chan- dijo una chica recostada en la puerta del salón.

- hola, necesitas algo si no lo necesitas quita que estorbas- dije cansada.

- no mi Alex primero necesito mi tarea- dijo con sarcasmo

-así pues, mira no la veo en ningún lugar- dije enojada.

- mira Alex te lo advertí, MI TAREA AHORA- dijo agarrándome de la camisa.

- ja, enserio le vas apegar a una de ultimo año mika- dijo una voz detrás de mí.

-han no te metas- dijo mika

- y si no te hago caso me vas apegar- dijo con una sonrisa.

- de esta te salvaste, la próxima no Alex chan- dijo con enojo

Se fue dándome un empujón y tumbándome en el suelo, desapareció junto a sus amiguitas.

-han buenos días, gracias por, pero podía sola- dije levantándome del suelo.

- si claro- se rio – ven entremos. Asentí y entramos

Han es mi amigo desde el primer día de ultimo años, lo raro es que me conoció hablando con la tortuga del patio de la preparatoria, desde ese día no se ha separado de mí, es un chico popular y carismático, y muy bueno cantando, pero es un buen guardaespaldas cuando mika quiere molestarme.

-bueno estudiantes-dijo el profesor entrando al aula.

-genial hoy si hice la tarea- dijo han con una sonrisa.

-si con mi ayuda- dije con sarcasmo.

-Alex te he dicho lo mucho que te aprecio- dijo riendo.

-calla ya que el profesor se enoja- dije susurrando y aguantando mis ganas de reír.

-alumnos-dijo el profesor- hoy tenemos a un nuevo estudiante, pasa- dijo mirando a la puerta.

En eso entra un chico con cabellos blancos platinados y ojos azules, alto y con una cara seria.

-espera un estadunidense- dijo han mirándolo.

-no se- dije moviendo mi cabeza en forma de negación.

- hola mi nombre es zen- dijo el chico sin expresión alguna.

Todo el salón empezó a susurra cosas como "miren que guapo es" y como " será de Canadá". Hasta que el profe los callo

-silencio- dijo el profe mirando a los alumnos- gracias zen siéntate donde quieras.

Zen asintió y se fue a la última fila al lado de han.

-bueno espero que le enseñen el colegio y se lleven bien con el- dijo – a y han préstale tus apuntes a zen para que este al día- dijo y han asintió con la cabeza.

- bueno en la clase de hoy....

Las clases terminaron y yo estaba organizando mis cuadernos dentro de mi maleta.

-Alex vienes- dijo han

-no han recuerda clases de refuerzo- dije mirándolo

-siempre vas a estas clases falta por un día- dijo insistiendo.

-mañana no tengo salgamos un rato a jugar videojuegos te parece- dije

-trato nos vemos mañana Alex, adiós zen- dijo sacudiendo su mano.

Apenas me había percatado que zen seguía en el salón.

-adiós zen- le dije levantándome de mi pupitre.

No respondió, bueno lo intente seguro es callado.

Siempre me decía que tenía clases de refuerzos, pero era mentira, solo me dirigía al bosque a pasar el rato hasta que atardeciera. Pero lo que realmente hacia era cumplir la promesa que le hice a papa. Le prometí buscar al protector de pelaje blanco y curar la soledad que lamenta, hacía que durante estos 4 años he estado sola en el bosque buscando todas las tardes, por todos los arboles al lobo blanco.

-pero que- dije mirando al montón de arbustos que se movían.

Mi primera reacción fue tomar un palo de madera y defenderme lo que pudiera para después correr.

-hay algo hay- dije temblando.

Hasta que salió un hermoso lobo de pelaje blanco con ojos azules, y una mirada penetrante.

-te encontré- dije sin separar mi mirada del lobo y soltando el palo para no asustarlo, pero muy tarde el lobo apenas me vio salió corriendo, adentrándose más al bosque.

- no señor no te escapas ¡ESPERA¡¡- dije empezando perseguirlo.

El lobo seguía corriendo, y yo no pensaba perderle la vista hacia que lo seguí hasta un templo escondido en la mitad del bosque, cuando me di cuenta de lo lejos que estaba pensé e como volvería ahora.

-pero como. -dije sin creer viendo el templo.

- hee¡¡tu- dije señalando al lobo que estaba mirándome.

Si esperando a que lobo me conteste muy inteligente Alex.

-hey¡¡ no corras así- dije

- así que tú eres ese lobo- dije con emoción.

El me miro dudosa y movió su cabeza en forma de pregunta.

-o solo un lobo normal- dije

- bueno no creo que seas normal, me guiaste hasta este templo así que, al fin te encontré- dije dando pequeños saltos- ohh me costó tiempo e pequeñín-dije mientras me acercaba acariciarlo. Pero se alejo

-calma, calma no te voy a morder, a no ser que tú lo hagas- dije riendo

Él se acercó y pude acariciar su suave pelaje. No puedo preguntarle cómo se llama no hay forma que me responda- dije para mí misma.

-vives solo por aquí eh, tienes unos ojos hermosos- dije mientras lo miraba- puedo llamarte bel- dije sonriente.

El solo me miro y dejo que lo siguiera acariciando.

-lo tomo como un si bel- sonreí mientras lo acariciaba.