Narra han
Estábamos terminado de comer, mientras reíamos de las cosas que decía la abuela de Alex, intentamos sacarle información sobre su famoso pastel, pero fue en bano, hasta que el momento toca un aire de terror cuando la puerta se abre de golpe.
-que está pasando aquí- dijo una voz en la puerta de la cocina
-hija, mira son amigos de Alex- dijo la abuela de Alex seria, así que era la mama de Alex
-sí, ya veo así que solo te la pasas fanfarroneando con hombres- dijo la madre de Alex mirándola.
-aquí vamos- susurro Alex mirando su plato.
-mucho gusto, gracias por dejarnos entrar a su casa soy han y él es mi compañero zen amigos de Alex- dije mitras hacia una reverencia.
- así que amigos, yo pensé que tu amiga ,la hija del secretario era tu única amiga- dijo la madre de Alex.
-mika, no es mi amiga te lo dije hace 2 años, como era de esperarse no escuchaste- dijo Alex seria.
-como si me importara, pero me agradaba la idea de que tuvieras amigas, y no estar coqueteando con hombres tienes que estudiar- dijo la madre de Alex.
-yo decidiré si tengo amigos y más AMIGOS- dijo Alex levemente exaltada.
-no me alces la voz- dijo su madre viéndola seriamente.
-chicos, lo mejor será que se vayan a casa ya es tarde- dijo su abuela dulcemente hacia zen y yo
-claro, muchas gracias por todo, enserio perdón por las molestias- dijo zen parándose de la mesa, yo repetí su acción
-fue un placer- dije con un leve enojo a la madre de Alex
-lastima no decir lo mimos- dijo la madre de Alex mirando a Alex seria
Íbamos a salir hasta que escuchamos un buen golpe desde la sala.
-chicos enserio, perdón por que tuvieran que ver esta escena, vayan rápido a su casa- dijo su abuela mirando preocupada a la sala
-ella va estar bien- dijo zen preocupado.
-claro, esto.... no es nada- dijo, pero se calló al escuchar romperse algo en la sala.
-chicos, perdón, pero..- dijo su abuela cerrando la puerta de golpe
Zen y yo nos quedamos pasmados en nuestro lugar, escuchando los regaños dentro de la casa.
-no puede ser- dije con mis puños cerrados.
-zen, - pregunté mirándolo y me sorprendí al verlo mirando a la nada con lágrimas en sus mejillas.
-zen, zen estas bien- dije sacudiéndolo- calma, clama
Repetía internando calmarlo, pero creo que primero tengo que tranquilizarme yo.
Aleje a zen de la casa de Alex, para que estuviera más tranquilo.
-porque, porque Alex- dijo zen secado sus mejillas
-por qué esa mujer la trata como escoria- dije mordiendo mi labio para no llorar
-tengo que volver- dijo zen parándose de la banca en la que estábamos sentados
-no zen- dije tomado su muñeca- no podemos, ella es una mujer mayor creme si tuviera la oportunidad iría y la sacaría de esa casa, pero- dije mirando al suelo y mis mejillas empezaron a llenarse de lagrimas
-no podemos hacer nada- dijo zen sentándose rendido ,mirando al cielo.
Narra Alex.
Cuando mi abuela, estaba sacando a zen y han de casa, vi su cara de preocupación y mi sangre hervía no podía ser, cada que ella aparece el sentimiento de tristeza vuelve a la casa no puedo seguir preocupando a mi abuela.
-porque haces esto-dije mirándola- NO TE BASTA CONMIGO PARA QUE LO HAGAS TAMBIEN CON MIS AMIGOS.
Dije y sentí la casquetada en mi mejilla
-TE DIJE QUE NO ME GRITARAS- dijo enojada
- NO ME IMPORTA, PEGAMES LAS VECES QUE SEAN NECESARIA PARA QUE ENTIEDAS, QUE YA NO ME AFECTA- dije enoja,
El enojo era tan grande, que lo que me rodeaba era odio, mis lágrimas no salían de mis ojos, y hacían un leve ardor en ellos.
-no quiero volver a ver a eso muchachos aquí- dijo volteando
-NO, NO- dije tomando su muñeca y volteándola con brusquedad haciendo que un jarrón callera en el suelo
-QUE MIERDA HACES ALEX- dijo enojada alzando su mano para pegarme otra vez
Pero la detuve-NO ME VUELVAS A TOCAR- dije mirándola
-como le haces esto a alguien de tu propia sangre, a tu propia hija- dije mirándola seria
Lo único que escuche de su boca, fue una risita.
-Mi hija segura- dijo mirándome con gracia
-SANDRA, ni que se te ocurra- dijo mi abuela entrando a la sala
-PORFAVOR MAMA, está lo suficientemente grande para que sepa la verdad- dijo mirándola
-tú no eres mi hija- dijo mirándome
-solo te cuide porque lo amaba a el – dijo riendo- nunca fuiste mi hija, eras hija de la arpía de esposa que tenía antes.
-ALEX, NO LA ECUHES- grito mi abuela
-siempre, te e odiado, él pudo estar desde un principio conmigo, pero ella llego primero y te tuvo a ti- dijo mirándome con odio
-y cuando estuvo conmigo, pidió que te cuidara y no tuve de otra de aceptar- dijo con desagrado.
-pero, mientras crecías, eras idéntica a ella- dijo tomando mi cara.
-CALLATE, - dije alejándola- cállate de una buena vez-
-te lo tendría que haber dicho desde antes, no podías graduarte pensando que era tu madre- dijo riendo sarcásticamente- nunca sería la madre de otra arpía
Dijo y mi abuela le pego una cachetada
-no le vuelvas a hablar a mi nieta de esa forma- dijo- no lo volveré a permitir
-hagan lo que quieran- dijo saliendo de la casa
Lo último que vi fue su figura desaparecer por la puerta, la que supone que era mi madre, mi propia sangre, nunca lo fue.
-irónico verdad- dije riendo secamente, con lágrimas en mis ojos
-nunca lo fui, y nunca lo seria- dije mirando a mi abuela
-Alex cariño- dijo mirándome con preocupación
-estoy bien abuela, lo voy a estar- dije mirándola- o te puedo decir así
-Alex no, por favor no digas eso- dijo y me abrazo- mi amor comprende seré siempre tu abuela te amo, y lo hice desde el día que te trajeron
-abuela.... -dije con mi voz cortada y rompí en llanto en su hombro.
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el protector de pelaje blanco
FantasyPuede que, encuentres a alguien igual de solitario. Esta historia se trata de una chica, sin mucho que importarle más que encontrar a un lobo pelaje blanco . Completamente creada por mi gracias espero que les guste. Personajes un tanto parecidos a...