La Orden del Dragón: Los Guardianes de Arcadia {TMNT}

Capítulo 4...Solo queda un paso

¡Hola mi gente! :3...no...todavía no tengo internet y estoy sufriendo -me anclé usando datos para poder actualizar :'v-

Aquí les dejo:

&-&-&-La orden del Dragón-&-&-&

&-&-Los Guardianes de Arcadia-&-&

Capítulo 4...Solo queda un paso

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Terminó de beberse su té mientras su esposo y el maestro roedor terminaban con sus desayunos, se veían algo tensos.

Ese era el día, los chicos por fin saldrían de la cueva.

Habiendo terminado, los tres salieron de la casa siendo seguidos por los Familiares con rumbo al lugar donde se hallaba la salida de la cueva, la cual se encontraba en frente de una hermosa laguna cristalina donde desembocaba el río.

Al llegar al sitio, Tsubaki se sentó en una de las rocas con Shoko en su hombro mientras los hombres se mantenían de pie, estaban demasiado ansiosos como para sentarse. Los Familiares, por su parte, se quedaron frente a la cueva a la espera de sus dueños.

Los minutos pasaban con lentitud, y conforme avanzaban, más ansiosos estaban.

De repente, Hayashi movió las orejas. Saltó del hombro del oso mirando hacia la profunda oscuridad, unos pasos comenzaron a escucharse alertando a los adultos. En poco tiempo, el dueño de los pasos salió a la luz quedando encandilado por la repentina claridad.

Hayashi, más que contenta, saltó a los brazos de su dueño siendo recibida por una gran sonrisa.

—Hola Hayashi, ¿Te portaste bien?—Pregunta Mikey recibiendo el afecto de la zorrita.

Splinter respiró con alivio al verlo, pero solo un poco, todavía faltaban los otros.

—Bienvenido de vuelta, hijo mío—Dice acercándose a recibirlo.

—Gracias sensei, es bueno estar afuera—Dice Mikey dejando a Hayashi en su hombro.

La verdad es que no podía quejarse, aunque el recorrido había sido un poco...pesado.

Splinter lo miró de pies a cabeza. Su ropa estaba hecha un desastre, lo que demostraba que seguramente se habría caído unas cuantas veces. Sus pantalones tenían agujeros en las rodillas, y al igual que la sudadera, tenían manchas de suciedad por todos lados. No tenía heridas graves, solo algunos rasguños que parecían estar casi curados. Le miró el rostro, se veía...diferente, aunque no sabría decir en qué sentido.

Fueron con los otros dos y se sentaron a la espera de los demás, pero a diferencia de cuando entraron, las horas parecían pasar mucho más rápido, y para alivio de todos, cada uno fue saliendo poco a poco. Dani y Asrael se veían bastante tranquilos, Tiffany igual, aunque parecía un poco perdida. Leo, Raph e Iris se sentían libres, como si un gran peso se les hubiera ido de encima -cabe recalcar que Iris no tardó ni un segundo en tirársele encima a Mikey, quien la recibió con un beso y un abrazo muy contento-, en el caso de Casey y Karai, parecían un poco pensativos respecto a algo, pero no se veían agobiados ni mucho menos -también se habían liberado de mucho ahí adentro-.

Las niñas salieron también bastante relajadas, especialmente Megami, quien parecía más contenta de lo normal. En cuanto a los genios, al igual que el chimuelo y la kunoichi, parecían estar pensando en alguna cosa, uno acerca de algo sentimental, y la otra en algo que quería poner en práctica tan pronto como fuera posible. Yendo con Abril, la chica se sentía más ligera, sentía que si lo intentaba, podría usar sus poderes psíquicos para volar.