Quiero intentar explorar este universo lo mejor que pueda. No siento que sea muy buena en ello pero al menos no me quiero quedar con las ganas.
Quizás no sea buena para escribir todo un Long-fic, pero me he dado cuenta de que ¡Soy buena escribiendo...
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El miedo recorría todo su cuerpo a cada paso que daba. El suelo temblaba debajo de él.
Una masa monstruosa de carne y ojos lo perseguía, buscando tragárselo desesperadamente. Jadeaba por el cansancio mientras se repetía una y otra vez que estaba cerca de salir de ahí.
Frente a él avanzaba también una niña con un impermeable amarillo. Era más rápida por lo que iba más adelante y ya casi llegaba a la salida. Tan solo esperaba que sí él no lo lograse, ella al menos tuviese la oportunidad de seguir su camino.
El suelo tembló de nuevo. La torre se estaba desmoronando, y sus piernas ardían de tanto correr. Por un momento él tiempo parecía ir más lento.
El concreto del puente que cruzaba se deshizo debajo de él, y ante eso apenas dió un salto para intentar llegar al otro lado, donde la niña lo esperaba con la mano extendida para atraparlo. Cosa que no sucedió. Sus manos apenas se rozaron cuando la gravedad hizo lo suyo y el niño cayó al vacío.
Sus gritos ahogados se unieron al abismo.
Sintió el cuerpo pesado mientras descendía por aquel agujero negro, con la vista enfocada en la única luz que se hacia cada vez más pequeña con el pasar de los segundos. La luz de la salida que no alcanzó. La obscuridad lo envolvió y luego...
Luego despertó.
Abrió los ojos, jadeando y sudando; incluso algo mareado por haberse sentado de golpe en la cama, la cuál rechinó un poco debido al movimiento repentino. El miedo lo recorría por completo y no hacía otra cosa más que mirar desesperadamente hacia su alrededor, pues por un momento creyó que seguía cayendo en medio de la obscuridad, al menos hasta que reconoció en donde se encontraba.
Había varias camas en fila a su lado y en frente de la suya. Así como varios niños durmiendo profundamente, ignorando por completo su agitación que poco a poco disminuía al volver en sí.
Tan solo había sido una pesadilla. Una de las muchas que había tenido.
Suspiró ya un poco más tranquilo y salió de la cama, quitando las sábanas que se habían enrollado en sus piernas por los movimientos bruscos que hizo mientras dormía.
Soltó un pequeño bostezo y camino hacia la puerta de salida, frotándose los ojos. Tenía la boca seca e iría por agua antes de volver a dormir.
Cuando salió de la habitación miro instintivamente hacia el final del pasillo, específicamente en la puerta que se encontraba del otro lado del mismo, como si esperara que se abriera. Lo cual sucedió.
Ahí estaba ella, con su pijama blanco y frotándose los ojos, al menos hasta que sus miradas se cruzaron. Entonces la niña comenzó a caminar hacia él con rapidez.
Llegó directamente a golpearlo.
"¡Oye! ¿Y eso porqué fue?"
Reclamo él, procurando no alzar mucho la voz mientras se sobaba el brazo. Para ser una niña era bastante fuerte.
"Debiste tomar más impulso cuando saltaste."
"¡Hice lo que pude! Además, me habría ayudado mucho si hubieses extendido más la mano"
Protestó él mientras se cruzaba de brazos y apartaba la mirada.
"Ah ¿Ahora es mi culpa? Bien, si vamos a echarnos la culpa entonces eso no habría pasado si tú no hubieras liberado a ese hombre de la televisión."
Volteo inmediatamente hacia ella nuevamente, abriendo la boca para protestar de nuevo, pero simplemente las palabras no salieron de él. Maldición, ella tenía razón
Ante eso Six sonrió victoriosa y empezó a caminar hacia las escaleras. Mono la siguió en silencio.
Así era su rutina por las noches. Tenían una pesadilla, despertaban al mismo tiempo y después iban a la cocina para calmar su sed y hablaban sobre lo que soñaron.
"Si hubieras atrapado mi mano ¿Me habrías levantado?"
Le cuestionó él una vez que llegaron a la cocina y se sirvieron un vaso con agua.
"Tal vez..."
Respondió ella con simpleza quitándole importancia. Después de todo solo había sido un sueño ¿No?
Y no importaba si lo hubiese dejado caer, él estaría bien y no podría odiarla ya que aquello no era real.
Él volvió a quedarse en silencio. Ahora la curiosidad se había instalado en su pequeña cabeza.
De todas formas ¿Qué se supone que ocurría una vez que él llegaba al final del abismo? Si es que había un final, claro.
Quizás nunca lo sabría. Y eso estaba bien.
No saben exactamente cuando comenzó y porque, pero tener sueños compartidos se volvió una cosa muy común entre ellos. Al menos cuando aquello ocurría, ya que no eran tan constantes.
Una noche se encontraban en el pasillo y a la siguiente ya no.
"¿Qué fue esta vez?"
"Uno de los chefs. ¿Y tú?"
"El cazador..."
Incluso si soñaban cosas diferentes, cada vez que uno "moría" en el sueño, despertaban al mismo tiempo. Era raro y antinatural, pero de alguna forma los mantenía conectados incluso estando dormidos.
Quizás por eso su amistad crecía a pasos agigantados, a pesar de que lo que los mantenía unidos fueran las pesadillas.
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Hace un par de semanas leí un One-shot en AO3 que tenía ésta trama de "¿Y si cada vez que los niños morían en el juego despertaban sanos y salvos en sus camas?"
Debo decir que me fascinó la idea pues realmente tiene una propuesta bastante interesante, aunque el desarrollo y final del original no me gustó del todo ;-; Así que preferí hacer mi propia versión. Espero que haya quedado bien explicado, hace rato que tenía la idea en la cabeza y ADORÉ escribir este... ¿AU? Creo que si entra en eso igual que el anterior capitulo xd
Cómo sea, espero que les haya gustado. Sus comentarios y votos me dan mil años de vida y los agradezco un montón. Me alegra mucho ver el apoyo que ésto está recibiendo <3
Declaro la misión de doble One-shot en una noche, completada.
