Déjanos Amarte (MingXiCheng)

Capítulo IX

Su teléfono no había dejado de sonar durante toda la mañana, llamadas de apenas conocidos, compañeros de universidad o familia lejana, quienes en su mayoría quería saber el chisme de primera mano o que buscaban algo más de información para venderla a la prensa. XiChen también le había mandado un escueto mensaje diciéndole que todo estaba bien y que no tenía de qué preocuparse, que junto con MingJue lo solucionarían todo.

Se sentía horrible, por un tonto descuido todo se había arruinado. Y él no podía hacer nada para ayudar, solo estaba ahí tirado en el sofá de la sala revisando las redes sociales y atormentándose por lo que ahí decían sobre él

"¿Quién es el chico que pudo conseguir a dos de los hombres más guapos de toda China?"

"Espero que terminen con él por infiel"

"Ni siquiera es guapo, debe tener mucho dinero o poder"

"¿Son gays? Que desperdicio"

"Estoy segura de que pudieron haber encontrado algo mejor que eso"

Y los comentarios seguían y seguían, para nada ayudándole con su problema de autoestima. Wei Ying le arrebató el celular y lo escondió dentro de sus pantalones para que Jiang Cheng no pudiera sacarlo fácilmente de ahí.

―¿Qué haces torturándote de esa forma? Saques que los comentarios maliciosos siempre son los primeros en salir y más frecuentes. Olvida todo lo que leíste, no es verdad nada de ello.

―¿Y tú qué sabes? MingJue ni siquiera me ha mandado un mensaje, debe estar lidiando con su trabajo y la vergüenza de esto. A-Huan al menos tiene el apoyo del conglomerado Gusu que es prácticamente su familia y no le dará la espalda, pero MingJue... ―WanYin comenzó a morder sus uñas de nerviosismo, gesto que también fue impedido por su hermano jurado.

―Él estará bien, es el hombre más atemorizante y respetado que conozco. Puede que sí lo tenga un poco más difícil que el hermano XiChen, pero su carrera no se verá afectado por algo como esto, estoy seguro.

Jiang Cheng creía que Wei WuXian tenía razón en algo como eso, pero el sentimiento de culpa no lo abandonaba.

―Por otra parte, ¿no te intriga saber quién pudo haber sacado las fotos y subir un artículo tan desagradable? Esto claramente es personal, como si los hubieran seguido y esperado el momento justo para revelar su relación, solo que tu eres el único que parece malo en esta historia.

―La verdad es que sí, pero no sé quién podría hacer algo así. De lo contrario le patearía el culo hasta que vomite mi zapato.

―Eso es, enfócate en aquello. ―le apoyó WuXian. ―Llamaré a Lan Zhan para que venga y nos ayude, de seguro que tiene algunas ideas o escuchó algo de su hermano.

―¿Quieres ayudarme o ver a tu novio? ―preguntó el heredero Jiang mientras iba por una taza de café a la cocina.

―Los dos ―reconoció el otro.

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Al poco tiempo de que Lan Zhan hubiera llegado al departamento compartido y reconociendo lo poco que sabía del tema, Jiang Cheng volvió a comenzar a desesperarse. Hasta que una llamada esperada sonó en su teléfono y prácticamente se lanzó sobre Wei WuXian para recuperarlo. El remitente de la llamada era un nombre conocido por los que estaban en la estancia, pero no por eso querido.

Jin GuanYao era el mejor amigo de Nie MingJue y de Lan XiChen, incluso había sido novio de ambos, pero no al mismo tiempo o en una relación poliamorosa como la que estaba Jiang Cheng. Sandu incluso creía que había sido él el que los había iniciado en toda esa cosa del bdsm, pero no tenía pruebas y siempre que había tratado de sacar el tema con sus novios, estos parecían evitarlo. De todas formas, no era de agrado del descendiente de Yunmeng