Capítulo II

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Ya había mandado el mensaje sobre la cena que organizarían sus padres durante el fin de semana. Listo, estaba hecho, pensó Jiang Cheng. La decisión estaba en el otro de ir. ¿A quién quería engañar? Estaba sumamente nervioso por lo que podría pasar, quería mucho a su familia pero no podía dejar de sentirse presionado por ellos por cada cosa que hiciera, e incluso ahora con la elección de su vida amorosa se sentía inseguro.

De todas formas, había tomado una decisión en caso de que las cosas salieran mal durante esa jornada y eso era darle un ultimátum a su familia. Estaba un poco hastiado de ser tratado siempre de la misma forma, si bien era consciente de que en cuanto terminara la universidad tendría que asumir un cargo importante en el conglomerado Yunmeng Jiang para en algún momento tomar e lugar de su padre, lo que él realmente quería era trabajar en la empresa de modas de la familia de su madre: Meishan Yu.

Todo lo que hacía era cuestionado por sus padres, al parecer nunca podía llenar las expectativas de su padre y su madre solo exigía más y más para que no fuera opacado por su hermano adoptivo, pero tampoco se daba cuenta del daño que le hacía a pesar de desear lo mejor para él. El único apoyo real que sentía en su familia era por parte de su hermana mayor, pero YanLi ya se encontraba casada; y de Wei WuXian, precisamente el hermano adoptado cuando eran niños.

Al menos su familia ya sabía y tenía asociado que era gay. Con el matrimonio de YanLi con ZiXuan se sentía menos presionado por tener que darles un heredero, sobre todo con el embarazo actual de su hermana; aunque por supuesto que no dejaban de mencionar que sería una buena idea que él cambiara su orientación sexual. Como si esas cosas pasaran. Jiang Cheng no necesitaba de más presión en su vida y menos en su propia identidad.

Los días habían pasado y el fin de semana se hacía presente. Jiang Cheng esperó fuera del edificio en donde vivía y se subió al auto que conocía a la perfección cuando paró frente a él.

―Te ves muy bien el día de hoy, WanYin. ―lo saludó quien conducía.

―¿Qué te has hecho en el cabello? ―preguntó Jiang Cheng ignorando como siempre los cumplidos que le daban.

―¿Te gusta? Decidí que ya que era una ocasión tan especial por conocer a tu familia debía de arreglarme un poco más, ¿no crees? ―el auto partió rumbo a su destino.

―Ya los conoces, y siempre luces espectacular así que no sé por qué te preocupas de esas cosas, XiChen.

―WanYin, vas a hacer que me sonroje ―Jiang Cheng miró a su novio y vio que de verdad había cierto tono rojizo en su rostro siempre tan perfecto, así que decidió dejar la conversación hasta que llegaran a su hogar.

Cuando llegaron se bajaron del auto y así como Lan XiChen estaba emocionado, Jiang WanYin se encontraba nervioso. Su pareja le tomó de la mano y sonrió para tranquilizarlo, ¿cómo lo lograba? Jiang Cheng no tenía ni idea, pero su corazón latía más rápido no por el nerviosismo sino por la persona que iba a su lado y que de seguro dejaría a su familia sin palabras. Llegó el momento de tocar el timbre y el que les abrió fue el revoltoso hermano mayor.

―¡Jiang Cheng! ¡Hemos llegado casi al mismo tiempo! Me hubieras dicho y veníamos juntos.

―¿Cómo sería posible si te quedaste a pasar la noche afuera? ―contraatacó WanYin.

Wei WuXian no alcanzó a responder cuando fue jalado fuera del campo de visión de la entrada por Madam Yu, la mujer apenas podía contener su curiosidad y sentía que se habían demorado demasiado en la entrada a pesar de que no pasó ni siquiera un minuto. Lan Huan se había quedado escondido al borde de la puerta de entrada, pues aun no sentía que era el momento de hacer su aparición, al menos no frente al novio de su hermano; pero ahora que era la propia madre de Jiang Cheng quien aparecía, tendría que aparecer.

Déjanos Amarte (MingXiCheng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora