Pero no le podía responder así a un desconocido que se tomaba las molestias de preocuparse de mi- É-estoy bien - mierda, balbucié por el llanto - no tienes que preocuparte - respondí tratando de ser lo más cortante posible pero al mismo tiempo me sentía algo nerviosa.
El sin pensarlo más de dos segundos tomó dos latas helada que se encontraban cerca de nosotros y las compró
Se acercó a mí y me ofreció salir con él con la mirada.
No quería relacionarme pero no sabía cómo iba a reaccionar si lo rechazaba así que me limité a seguirlo.
Nos sentamos en el parque que están literalmente en frente, el gentilmente posó las dos latas en mis ojos rojos, se sentía bien, relajante.
El era muy cuidadoso al tacto.
- Nadie con una cara tan bonita como la tuya tendría que estar llorando - comentó seguramente para levantarme el humor, que en ese momento parecía destruido.
Me límite a reír a lo bajo por su comentario, el parecía muy gentil y algo gracioso.
- gracias - dije no muy fuerte pero estoy segura de que me escuchó.
Tomé las latas y la presioné yo misma por un rato más, el no parecía peligroso, más bien preocupado por las desgracias de una desconocida, no muchos le compran dos bebidas a alguien random llorando en una tienda.
Después de un rato retiré las dos fuentes de confort de mis ojos que para ese instante ya se sentías mucho menos hinchados y ya no ardían, para poder ver bien al que aunque un poco me alegró el día
Tuve que parpadear algunas veces para poder acostumbrarme a la luz solar.
Después lo vi, era bastante alto, pelo negro que era lo único que había notado antes, muy desordenado para ser sincera y bastante guapo.
- ¿como te llamas señor latas? - pregunté en un tono un poco sarcástico.
- Me presento señorita lágrimas - me siguió el juego rápidamente - mi nombre es Kuroo Tetsurou -
- bueno Kuroo-kun que pude hacer la señorita lágrimas para pagarle los valiosas latas - lo miré a los ojos, estaba segura de que íbamos a ser amigos.
- antes que nada su nombre y número de teléfono - me pasó una hoja y un lapicero tenía en un bolsillo.
- Así que Kurro recibe muchos número todos los días - comenté para tomarlo y empezar a anotar - pero aquí, tenga mi número -
- ¿Celosa señorita? - rebatió el en el mismo tono
- como nunca - respondí con una pequeña sonrisa.
Saben cuando hablan por primera vez con alguien y sienten que lo conocen desde hace años?
Eso me estaba pasando en este momento, la conversación avanzaba de forma natural.- me llamó Iris - respondí finalmente a esa pregunta.
- Me pareces suuuuper conocida, literalmente tienes la cara de alguien pero no me acuerdo de quien - comentó mirando repetidamente mi rostro, frunciendo el sueño, tratando de recordar.
- ¿Juegas en algún equipo de vóleibol?- si a alguien me paresco es a Shoyo
- ¿se nota tanto? - me preguntó alzándose el ego - mis músculos no se pueden esconder - dijo orgulloso
Eso fue algo que me dio gracias, yo también era más o menos así en Italia, orgullosa de jugar vóleibol, de ayudar al equipo, de tener el cuerpo tan fuerte, pero esas son cosas del pasado.
- es que tengo un hermano que juega voleibol, sí tienes músculos pero no podría adivinar a que deporte juegas - le respondí pero al pareces solo escuchó la parte en donde confirmaba que tenía músculos .
- bueno me puedes decir tu apellido - me miró en espera - solo me as dicho tu nombre y nos acabamos de conocer - me miró pero ahora con una sonrisa burlona - al menos de que te quieras saltar la parte de conocernos y hacernos cercanos-
- perdón, no me acostumbro a esto de los apellidos - me miró con un poco de confusión - veras yo vengo de otro país, aunque no parezca, y allí se usan solo los nombres, es raro usar los apellidos, no importa con quien, solo con los profesores creo - le expliqué de manera algo rápida pero el parecía curioso.
- Pero no me atrevo a decir tu nombre, al menos no ahora - respondió algo avergonzado
- estoy segura de que conoces mi apellido - lo reté con la mirada
- no me acuerdo, mi mente está vacía en este momento - respondió sin pensarlo mucho.
- Iris Hinata - el silencio nos inundó por un momento hasta que le reaccionó.
- ¿El enano del Karasuno tiene una hermana?- se preguntó a sí mismo - que son, la copia del los gemelos Miya pero para enanos? - se ríó y yo sin saber quienes son los gemelos Miya.
- a que escuela vas - le pregunté en el momento
- voy a una en tokyo, cual es un secreto pero es en tokyo -
- ¿que haces hasta aquí entonces? - hice la pregunta más obvia, como vino a parar un estudiante de tokyo aquí
- estoy en unos partidos contra otra escuela, nada tan importante, son de práctica -
- que misterioso es el señor latas - le eché en cara pero el estaba listo para contraatacar.
- Lo dice alguien que estaba llorando en una pequeña tienda, que viene de otro país y resulta ser la hermana de alguien que conozco - me miró con área victoriosa.
- Y tu que le tocaste el hombro a una desconocida llorando y le compraste dos latas, no crees que parecías algo, no se, sospechoso - eso lo dejó pensando por un momento
- Cierto que no es muy normal - admitió - yo solo vi a una triste señorita llorando desconsolada, no la podía dejar en ese estado - confesó con una sonrisa de oreja a oreja, se nota que es un buen chico.
- ¿De que país vienes? - preguntó con sincera curiosidad
- Italia - respondí rápidamente, amo hablar de donde vivía, los recuerdos hermosos que tengo de ese lugar y de las personas.
- Wow - me miró sorprendido - ¿y como era?-
- ¿normal? Creo, aunque tengo que admitir que algún lugares era muy lindos - miré rápidamente a mi teléfono que había vibrado, era ora de regresar con mi hermano por ese helado prometido.
- Bueno tengo que extorsionar a alguien, me voy llendo - me levanté de donde estábamos sentados y tomé mi mochila.
Kuroo se limitó a pasarme una de las dos bebidas para que me la llevara.
- Gracias, escríbeme - le dije para salir de ese lugar.
Fué una conversación muy relajante, no dijimos nada de importante pero eso significó mucho para mi.
Desde hace mucho tiempo que no hablaba de esta manera con alguien.
Se podía decir que había echo un nuevo amigo, de una forma un tanto extraña, pero al final era un amigo.
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A Volar Cuervos { Haikyuu X Oc }
FanficUn trauma que curar, el sentimiento del nada y del todo en el mismo tiempo . . . . . Iris Hinata, con heridas más profundas de lo que aparenta. . . . . . Deja el voleibol después de "eso", no piensa y quiere solo vivir la vida dejando todo atrás...