A Volar Cuervos { Haikyuu X Oc }

ℙ𝔼ℝ𝔻𝕆ℕ ~29~

Mis pupilas pesaban por culpa de las lágrimas de la noche anterior, el sol que entraba desde la ventana no hacía nada más que molestarme

No tenía ganas de levantarme de esa comodisima cama

Pero tenía que despertarme y hacer mis labores de manager

- Buenos diaaaaas - logre decir en medio de un bostezo.

Shimizu me acaricio la cabeza - buenos días dormilona

Miré alrededor de la habitación qué compartíamos y nosotras dos eramos las únicas allí.

- ¿y las demás? - la miré algo confundida y medio dormida

- ya están abajo, desayunando, y si quieres comer algo tendrás que bajar tu también -
Me miró sonriendo, ambas sabíamos que los del equipo podrían terminarse la comida fácilmente.

Me levanté, con dirección a la puerta.

- Iris - llamó mi atención con mi nombre.

Voltee mi mirada para verla sosteniendo mi suéter, el que cubre mis cicatrices - toma, no te lo olvides - dijo mientras me lo ponía en los hombros.

Me sonroje por unos segundos, por lo descuidada qué era y lo cerca qué la tenia al mismo tiempo.

- G-gracias Shimizu, no se que haría sin ti - voltié sonriéndole, tratando de actuar natural y ella nuevamente acaricio mi pelo

- No hay de que, baja rápido - dijo mientras salía de la habitación

[°°°]

Llegué al comedor, después de haberme peinado ya qué tenía el pelo hecho un desastre.

Habian muchas personas sentadas y muchas aun tomando comida.

Entre tantas mesas mi mirada se dirigió directamente a donde estaba mi equipo.

Mi hermano estaba hablando con Daichi, más tranquilo de los normal.

Mis ojos se encontraron con unos orbes color miel.

Su mirada se movió rápidamente a otro lado, me estaba evadiendo.

Una pequeña pulsada se hizo presente en mi corazón, yo no estaba enojada con Tsukishima pero talvez el si lo estaba.

El de lentes continuo como si nada, haciendo bromas con Nishinoya, qué no había notado mi presencia.

Me senté al lado de mi hermano, mi lugar seguro.

-Buenos días Iris - me sonrió como si de un sol se tratara, simplemente eso me alegró un poco la mañana

- Buenos días Sho - intenté esconder mi malcontento, pero como siempre el ve a través mio.

-¿Que pasa? - me susurro al oído, sabía que no me gusta la confrontación en público, así que cada vez que nota algo mal me susurra en vez de decir algo en voz alta.

- Nada, solo estoy cansada - sonreí nuevamente - comamos qué tienes que tener energía para entrenar -

Su mirada sospechosa no se fué, pero noto que no quería hablar del tema

Los entrenamientos comenzaron poco después.

Todos saltaban y corrían de un lado para el otro.