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Finalmente, Draco había decidido irse a un hotel, por mucho que Percy había insistido que podía quedarse con él ya no se sentía cómodo invadiendo su espacio. Estaba muy agradecido con Percy y Adhara por todo lo que habían hecho por él, pero ahora debía enfrentar sus problemas solo. Aunque primero se tomaría unos días para acomodar su mente.

Se había registrado en un hotel mágico bajo un nombre falso. Las personas que lo habían visto lo habían reconocido, pero no quería que por alguna razón su padre se enterara y lo fuera a buscar. Nunca había pasado tantos días fuera de su casa sin decir donde estaba o con quien, pero para todo hay una primera vez y el realmente no pensaba que a Lucius le preocupara.

Gabo se había encargado de llevarle todo lo que necesitara. Así que ahora estaba recién bañado, sentado en el balcón de su habitación de hotel.

Se sentía melancólico, un poco triste y bastante nostálgico. Y Draco odia la nostalgia.

Se sentía un tanto idiota por tener problemas "amorosos". Le sorprendía como podía sentirse tan patético en ese aspecto de su vida.

También se sorprendía de lo rápido que las cosas podían salirse de control cuando seguía sus impulsos.

"Muy Gryffindor de tu parte Draco"

Había sido así siempre. Siempre que seguía sus impulsos, las cosas salían mal. Quizás, a todos los Malfoy les pasaba y por eso su padre le insistía que siempre pensara todas las ventajas y desventajas, todo lo que podía ganar y perder en una situación.

Cuando hizo el pacto con Ron, no había pensado en todo lo que podía perder, y mucho menos lo que podía ganar. Definitivamente había ganado una persona muy importante, alguien que se había vuelto incondicional en muy poco tiempo. ¿Cómo era posible que Ron Weasley y el se llevaran tan bien? Adhara decía que quizás se identificaban uno con el otro, pero no había querido profundizar en eso para evitarse la migraña que eso conllevaría.

Ron lo había hecho sentir especial, como si fuera lo mas importante, pero no había sido el único que lo había hecho sentir así.

Theo había sido su primer novio, habían estado juntos por un año y medio. Blaise solía decir que Theo gustaba de Draco desde que tenían algo así como 6 o 7 años, y Theo jamás lo negaba. Draco podía ver que él había sido todo para Theo, y siempre le dolió no poder corresponderle todos los sentimientos, o al menos, no con tanta intensidad. Lo amo, muchísimo, pero en ese momento no había sido el único.

Harry le había gustado desde el verano antes de tercer año. Se lo había cruzado en el callejón Diagon antes de comenzar las clases y simplemente había sucedido, su corazón comenzó a latir fuerte y no podía dejar de mirarlo.

No había sido el único, ese año Harry recibía más atención de la que parecía darse cuenta, sobre todo del lado masculino del alumnado.

Él se le había declarado a fin de año luego de convencerse así mismo que si no se arriesgaba nunca sabría si tendría alguna posibilidad. Para este momento, su relación con Harry se había reducido a saludarse cordialmente y compartir las clases sin pelear, lo cual era un gran avance.

Obviamente Harry lo rechazo cuando se lo dijo y fue bastante cruel. Draco se juro no volver a actuar impulsivamente y jamás volver a ponerse en ese lugar tan vulnerable, pero solo le bastaba pensar en las condiciones en las que llego a la casa de Ron el otro día para darse cuenta de que seguía haciéndolo.

Theo y el habían terminado cuando comenzó la guerra, ambos demasiado asustados como para poder pensar en lo que sea. Theo temía que su padre estuviera en las andadas de Voldemort de nuevo y Draco sabia que su padre estaba siendo presionado para acudir al llamado del Lord. No había nada que pudieran hacer.

El Pacto | RonxDracoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora