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Hermione estaba llorando cuando llego. Ginny estaba con ella intentando consolarla.

El primer impulso de Ron había sido ir donde estaba ella, abrazarla, hacer que dejara de llorar. Pero le duro unos segundos hasta que recordó todo lo que estaba pasando.

A pesar de la mirada de ambas chicas, las ignoro y siguió camino a su habitación sin mirar atrás.

Ginny lo siguió.

- ¿La encuentras llorando y ni siquiera preguntas que le pasa? -

Ron no se sorprendió al ver a su hermana entrar sin golpear. Pero no le prestó atención.

- ¿Qué diablos te pasa Ron? -

-Ya estabas tu con ella, ¿de que serviría yo ahí? -

- ¡Eres su mejor amigo! -

-Si bueno, no tengo que estar a su disposición cuando se le ocurra-

Ginny suspiro mientras rodaba los ojos.

-Harry estuvo aquí hoy- Agrego su hermana – Nos conto que te vio con Draco Malfoy-

Ron se quedo congelado mirando el piso sin saber que decir.

- ¿Es por eso por lo que Hermione está llorando? -

-Si, es por eso, Harry estaba como loco hoy cuando llego, le dijo varias cosas desagradables-

Ron negó.

-Los problemas de pareja de ellos dos no me interesan, si Harry termino con ella por Draco, pues problema de ellos-

- ¿Eres idiota acaso? -

-Déjalo Ginny-

La voz de Hermione se escuchó desde el pasillo.

Ginny salió de la habitación y Ron vio como Hermione se alejaba con ella.

Finalmente, se acostó en su cama mirando el techo.

Tenia demasiadas cosas en la cabeza, y todas tenían que ver con Draco.

No podía dejar de pensar en él, en sus labios, en la tibieza de su cuerpo cerca de él. Era desagradable la idea de sentir tanto por un simple beso.

Podía admitir que Draco era atractivo y buen besador sin hacer un gran problema de eso, pero al pensar en él, había otro sentimiento que se interponía. Y era cariño. Puro y sano cariño, como el que uno le tiene a sus amigos. Y eso, le aterraba más.

No tenia planeado encariñarse en tan poco tiempo con el rubio, pero era inevitable. Draco le había demostrado ser una persona muy distinta a la que creía, era muy determinado a conseguir lo que quería, muy pasional. Incluso dentro de su mundo lleno de reglas de etiquetas, Malfoy destacaba por sus singularidades.

Era una persona muy interesante a la cual escuchar, tan distinto al resto de sus amigos.

Realmente entendía porque Harry había pasado la vida entera enamorado de él, por mucho que lo negara en los primeros años de escuela y por poca importancia que le diera en su vida adulta.

Draco era excepcional. Y Harry era un idiota por no enfrentar sus sentimientos y las consecuencias de estos.

Si Malfoy ahora estaba en "una relación" con él, era simplemente porque no estaba con Harry.

No le sorprendió a Ron darse cuenta de que, en su vida adulta, Draco había evitado salir con personas en plan romántico, excepto las dos o tres veces que coincidía con Harry y tenían amoríos que solo duraban días antes de que alguno de los dos lo arruinara por orgullo.

El Pacto | RonxDracoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora