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Narra Alhena
Ruedas modifico la pulsera de mi hermana haciendo que nos guiará hasta donde se suponía que estarían nuestros padres.
-¿Funciona?- preguntó Ruedas
-Nos lleva a algún lado- respondió mi hermana con simpleza.
Seguimos avanzando teniendo cuidado cuando pasábamos por esquinas, no queríamos que nadie viera.
-Oye- me dirigí a Comodín- lo de antes, fue genial-
-¿El qué? Convertirme en una tostadora.
- No menos precies tu trabajo así- le regañé mientras lo miraba- lo que has echo antes es un gran avance. Esta mañana no podías ni escoger en qué momento usabas los poderes-.
-Ya, pero de todos modos, si no aprendo a controlarlos no serviré para nada y mi padre no estará orgulloso de mí...
-Escuchame- sujeté su mano- debes dejar de guiarte por los comentarios de los demás. Así no vas a avanzar. Debes tener más confianza en ti mismo y empezar a hacer las cosas por ti y no por el resto.
El se acercó a mi mejilla y dejó un beso en ella.
-Gracias- susurró en mi oído.
Antes de poder avanzar un poco más, unos fuertes ruidos se hicieron presentes.
-Emm, chicos -dijo Acapella- ¿Alguien más escucha eso?.
Entonces ruidos más llamativos se hicieron presentes y todos nos miramos confundidos.
-¿Que es eso?- dijeron Adelantar y Rebobinas al mismo tiempo.
-Esta debajo- contestó Ruedas- noto que se mueve-
Todos nos pegamos a las paredes de ambos lados del pasillo. Notábamos como algo chirriaba y se arrastraba debajo de nosotros. Todos saltamos prácticamente a la vez cuando en el suelo apareció un agujero. De ahí salió un tentáculo que hizo que corrieramos hacia el lado contrario al que estábamos llendo. Missy nos indicó que corriéramos hacia una gran puerta, pero un tentáculo entorpeció nuestro camino. Acapella consiguió, con su voz, que el tentáculo se empezara a retorcer y, así, pudiéramos pasar a través de la puerta. Al atravesarla entramos a una especie de balcón.
-Mirad eso- Comodín señaló a una pirámide negra con aspecto viscoso que estaba situada en medio de la sala a la que daba el balcón.
