Podría verlo comer gustoso todo el día. Como abría sus ojos al su lengua capturar sabores variados, y chupaba sus dedos demostrando cuanto lo disfrutaba.— ¿No has comido ramen? — pregunté. Su comportamiento aún me tenía boquiabierto.
Me miro con su índice en su boca, sonrió junto con sus ojos y negó. Asentí incrédulo, y él solo volvió a comer el ramen instantáneo.
— ¿Seguro que eres coreano? — me miro con el entrecejo fruncido y asintió — Oye, se que te lo pregunté un sin numero de veces, pero me sorprende que no hayas probado el kimchi o el ramen.
— No puedo salir, y tampoco pedir comida de afuera. — se lamió los labios, tomó la tarrina descartable y se la alzó.
Su manzana de Adán se movía por si sola al caldo pasar, al terminar, soltó un suspiro de completa satisfacción.
— Entonces Jimin se convirtió en un contrabandista. — Me burlé. Él al parecer tenía prohibido comer fuera del hospital, y en toda esta semana el pitufo había estado trayendo mucha comida.
— Solo espero que no lo descubran. — rió al sentirse incluido.
Sonreí de lado, si eso llegase a pasar, el tonto se metería en graves problemas. Miré mi mano, ya me habían retirado el yeso del brazo derecho, pero no dejaba de doler. Había un poco de sangre en la salida de la vía, no debí haber intentado quitármela.
Había dejado solo a Jungkook de nuevo.
Aun no podía analizar lo que había pasado con ese hombre, era un Beta muy extraño. Él solo, había cambiado de la noche a la mañana.
Intente entenderlo en muchas ocasiones, pero cada vez que creí saber la respuesta, él llegaba y me volvía a perder en el laberinto.
Alcé mi cabeza, darle tantas vueltas al mismo asunto solo incrementaba mí estrés. Había estado tan fundido en mis pensamientos, que recién me di cuenta que Jungkook movía su mano intentando captar mí atención. ¿Cuánto tiempo habrá estado intentando llamarme? No lo sé. Pero espero, no mucho.
— Quiero mostrarte algo. — dijo con un tono bajo y dudoso.
Pensó que le regañaría por querer controlarme, y es que ya lo había hecho un par de veces.
Pero... Porqué no pude decirte "no" en ese momento. Sentí que no tenía el poder de hacer eso. Y, era mejor que me muestre ahora que aún ve, a cuando se me antoje hacerlo, me toque admirar eso, solo.
— ¿Qué cosa? Si quieres llevarme, ten en cuenta que tardarás más de lo normal.
— Lo sé. Aún así, quiero mostrártelo.
No podía seguirle mintiendo al enano. No era justo; era incómodo.
— Sé sobre tu discapacidad. ¿No te sientes inservible? — me limité a preguntar. No era lo correcto, pero era peor ser carcomido por la curiosidad.
Él hizo un mojín, pensativo. Luego volteó con frenesí a verme y sonrió con un puchero.
— No deberías sentirte así — ¿Disculpa? Estaba hablando de él, no de mí —, las personas buscan sus respuestas desde un punto de vista lejano. Si quieres saberlo de mí — inhaló con calma —; si no fuera porque estás aquí, me habría vuelto a lastimar.
Lastimar... Física o mentalmente, era horrible, era doloroso. Que un menor lo experimentara, debió ser traumático.
Pero Jungkook parecía un adolescente con mente de niño, así, puro e inocente. No tenía sentido que se haga daño a sí mismo. Apostaba a que no sabía ni que era el yaoi.
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Your Eyes Tell (Kookv / Omegaverse)
Фанфик"Te amo, Jungkook" "Hyung, estoy ciego, no sordo" Un chico deseando tener una familia común, otro deseando nunca haber tenido padres. A pesar de sus diferencias, hay algo que los mantiene unidos, y ese "algo" les traerá luz y dolor a sus vidas. "Ju...