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Perdón por la demora — dijo la persona a quien había esperado al apenas entrar —. El autobús me dejó. — Rió.

Sonreí al imaginar la escena, y es que ver a Taehyung corriendo detrás de un transporte... Pensé que venía caminando.

Las últimas cuarenta y dos horas la pasamos juntos, estudiando. Se había esforzado mucho, y eso me conmovió de muchas formas, ahora, sabía que había alcanzado las espectativas de Jimin.

¿Cómo te fue en el exámen? — Según recuerdo, hoy era el día.

El día en donde demostraría cuánto empeño le había puesto al estudio, el día en donde se probaría a él mismo.

Primero me preocupé, su rostro se oscureció y su mirada cayó. Estaba buscando las palabras correctas para animarle, cuando sacó una hoja algo arrugada de su bolsillo y la extendió rápido para mostrarmela.

Vi la calificación en la primera hoja, en el mismo lugar que la lección que me compartió Jimin, del mismo color rojo intenso. Mis labios se convirtieron en una curva ascendente y salte de gusto mientras lo abrazaba por el cuello.

Deberías ser profesor.

Negué. No quería enseñarle a otros además de él.

>> Bueno — separó mis brazos haciendo que lo suelte —, ya casi termina el invierno. ¿Quieres hacer algo en especial?

Jugar en la nieve había sido muy divertido para ser mí primera vez. Normalmente HoSeok-nim no me dejaría hacer nada de eso, pero con la presencia del Omega, sentía que era capaz de todo. Hasta de dejar esas píldoras y enfrentar las consecuencias.

Odio tomar pastillas. Me traen unos muy malos recuerdos, más desagradables que traumantes. Y no me gusta para nada la sensación de ardor que provoca en mí garganta. Por mí las dejara, pero con los ojos de todos sobre mí, esa no podría ser una posibilidad.

Quiero... — Pensé en un lugar rápido, y el programa que vi de mañana vino a mí mente — Conocer el río Han. En la televisión se ve muy bonito. — Junté mis manos a nivel de mis hombros y aplaudí emocionado.

Sí. Es bonito.

Quería meter mis pies al agua, sentir como la corriente y los animales indefensos mantenían vivo al río.

Devístete.

Asentí felíz. Me quité la ropa floja que ahora me pertenecía, pero originalmente era suya. Dentro del hospital había calefacción, así que la ropa abrigada no era una buena opción, o al menos no para mí. Mientras él no esté conmigo, yo no saldré.

Dejé las prendas sobre la cama, él se acercó con modelos diferentes y me vistió como las tantas veces que hacía. Primero miraba mí cuerpo, examinándolo de que todo estuviese normal, luego lo tocaba, sus manos recorrían cada rincón para asegurarse ya que a simple vista me veía saludable, y por último, me vestía.

¿Haremos una de esas reuniones en pareja que comparten tiempo sentados sobre una manta y comen aperitivos? — Había soñado con estas actividades un par de veces.

Tae terminó de atar la agujeta del deportivo, y aún de cuclillas, me miró a los ojos y asintió — Si es lo quieres, vamos a hacerlo.

Chillé de emoción. Él se levantó y alborotó mis cabellos. Luego los peinó con sus dedos.

>> Pero no ahora — mi sonrisa desapareció al igual que la euforia —. Deberíamos hacerlo en primavera, nuestra primera cita. ¿Te parece?

Your Eyes Tell (Kookv / Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora