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Jungkook se encontraba en el baño, yo solo había estado esperando por él en el suelo. Estaba frío, pero eso me permitía pensar en todo, y a la vez en nada.

Debajo de su cama había una caja blanca con un cable saliendo de las alas mal tapadas. Me arrastré hasta ésta, estaba llena de polvo así que la abrí con los dedos con cuidado de no ensuciarme.

Había olvidado el aparato inteligente que Jungkook había tenido mimado a inicios de todo. Pero al igual que la caja, Alexa también estaba lleno de polvo. La examiné encontrando el botón de encendido. Pero no hizo reacción, talves sus baterías estaban muertas.

El resorte de la perilla de la puerta sonó, dando a ver a un Alfa con cabellos mojados goteando. Una toalla rodeando su cintura, con su torso completamente desnudo, y algunas gotas de agua aún adheridas.

No funciona. Se mojó por accidente. — Dijo Kook, penoso por su torpeza.

Le dediqué una mirada a todo él, sus cabellos, su fornido cuerpo era increíble, y esas gotas que resbalaban sobre su piel me hacían pensar en cosas que en mi puta vida había imaginado con alguien, necesitaba confesarme en un templo. Dejé el aparato en su lugar debajo de la cama y me acerqué al menor.

Antes de poder musitar palabra alguna, mi celular vibró sobre el cojín del sillón ocasionando que ambos nos distraigamos al este sonar contra la cerámica. Mierda, recién le había cambiado la pantalla.

Me alejé con las ganas de decirle el tremendo cumplido coqueto al Alfa, pero obligadamente tuve que ir por el móvil, esperando que sea la persona que pensaba y no haya interrumpido el momento en vano.

Solté aire al ver un par de llamadas perdidas y un mensaje de voz de mi supuesto cuñado, o así se hacía llamar el de pelos grises y tez pálida. Me coloqué los audífonos, dejando al Alfa pelinegro en completa ignorancia. Perdón.

"Estoy afuera mierda, contesta o me largo." Se reprodujo con un agradable fondo de la reciente conversación con Jungkook sobre Alexa.

Con apuro, guardé los cables y el móvil aún conectados en el bolsillo trasero. Me dirigí hacia Jungkook quien confundido aceptó el abrazo que le dí como disculpa al tener que irme, no sin antes susurrar en su oído algo pervertido y rozar mi mano sobre la toalla blanca sintiendo el bulto de lo que era su miembro. Quedó desconcertado, pero es que no lo pude evitar.

Salí de la habitación con una sonrisa, después de besar sus labios y morder con deseo el inferior de estos.

Afuera, me esperaba un fantasma irritado por haber tenido que esperar cinco miserables minutos.

Creí que te habías dado la vuelta. — Masculló con sarcasmo.

Le juzgue con la mirada — Ni pensarlo.

Yoongi palmeó sus muslos ante el silencio y guardó sus manos en los bolsillos de su chaqueta de cuero roja, resopló impaciente, mientras yo pensaba en como interrogar al tan llamado doctor.

Joder, Tae, ¿Vamos o no?

Espera — empecé a murmurar rápido, cosa que al de ojos gatos le pareció escucharme hablar en otro idioma —. Bien, quiero sacarle información a tu cuñado, solo sígueme la corriente.

Que no es mi cuñado — repitió hostigado —. Solo sale con mi prima, nada formal.

Me alcé de hombros restándole importancia — Como digas... "Cuñado".

Bostezó amplio, que por un momento sentí que me tragaría, pero solo se mantuvo neutro. Giró en el pasillo y caminó por delante mío, detuviéndose por un segundo para hacer un movimiento de cabeza, pidiendo que le siga, estaba aburrido y eso era más que obvio.

Your Eyes Tell (Kookv / Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora