Capítulo 6

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Amigos

La chica de ojos miel me responde al saludo acercándose del brazo de los pequeños bribones.

-Mira maestro, esta es Ary- declara Nadia mientras junta nuestras manos para hacer un saludo.

-Ho-ola-tartamudea Ary.

Es la primera vez que la veo ponerse tan nerviosa, y la parte orgullosa de mí sale de fiesta.

-Hol...- pero antes de tan siquiera terminar la frase me interrumpe Noah.

-Ary es mi mejor amiga, mi maestra, y la que me trae galletas a escondidas -susurra como si fuera un gran secreto.

-Hablando de galletas...-hace una pausa y se voltea hacia la recién llegada- ¿me las trajiste no es así? ¿de chispas de chocolate verdad?-

- Sí, si traje, pero pensándolo bien... -frota el dedo índice sobre su barbilla y agrega- ¿No tuvimos ya una conversación sobre las apuestas con tu hermana?-

-Pues si- responde el pequeño con desánimo.

-Entonces, como no cumpliste tu palabra, y volviste apostar con tu hermana; te corresponde solo una de ellas, las demás son para Nadia. -

-Noo- exclama Noah pisando, una y otra vez, las hojas apiladas

-No es justo, mi hermana también aceptó hacerlo y no la estas castigando- finalizó juntando las cejas para poner cara de gatito mojado.

-No Noah, sabes que tu hermana hace lo que le pides, aún cuando sólo es por complacerte, así que ella sí tendrá galletas- el pequeño cambió de semblante y dijo en un berrinche:

-¡Mejor no hubieras venido!-

A través de los ojos de Ary puede ver cuánto le dolió; pero no permitió que ninguno de sus músculos mostrara el impacto, que aquellas cuatro palabras habían tenido.Respiró para mantenerse firme y contestó:

-¿Eso quieres?, perfecto, no te visito más y listo- el niño salió furioso de allí y su hermana lo siguió cabizbaja.

Noah se fue con el mismo carácter que lo había visto en clases. En su rostro no había rastro del pequeño alegre que hace unos minutos perseguía a su gemela con hojas en las manos, o del que me sacó la lengua mientas me llamaba grandullón y salía a correr... Sólo quedó la armadura en la que se refugiaba

- Lamento que veas está escena,...él tiene demasiado carácter contenido, en un cuerpecito diminuto- pronuncia apenada

-No importa, mejor ve con él- comenté cortante aunque en el fondo sabía que si me importaba.

Por eso fue que de forma inmediata había conectado con Noah... porque ambos, utilizamos armaduras que nos protegen de los demás, o tal vez, los protegen a ellos de nosotros.

-Mejor entonces- finalizó dándome la espalda para irse.

Estaba cabreada por mi respuesta. Entonces, volteó en mi dirección y agregó:

-Sabes, eres un idiota en toda regla -señaló todas las hojas rojas esparcidas sobre el césped-, y lo peor es que por ser tan idiota acabas de perder la única ayuda que tenías para recoger todo este tiradero. Así que, pásalo bien Thomas-

Después de horas trabajando en aquel lugar puede llegar a casa. Estoy tan cansado que me doy una ducha rápida y listo, con solo tocar la almohada me encuentro en los brazos de Morfeo.

EmpíreoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora