||• Sᴀɴᴏ Mᴀɴᴊɪʀᴏ • || {Mikey y tu}

10

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 10
"ᴍᴜᴇʀᴛᴇ"

Narra ______

Estaba esperando a Mikey para cenar. Después de dos horas de esperarlo, empecé a comer yo sola. Cuando acabe de comer, fui a tomar un baño.

— Perdón por llegar tarde. — Dijo.

— ¡Mikey! Me estoy bañando, sal de aquí. — Dije tapándome.

— Ya vi todo tu cuerpo, no hay nada que no conozca. — Dijo.

— Jump. — Dije.

— Se que llegue tarde, pero no fue mi culpa. — Dijo desvistiéndose.

— Espera... ¿Que estás haciendo? — Dije.

— Me voy a meter a bañar contigo ¿No es obvio? — Dijo.

— No es mala idea... Pero

— Hazme un espacio. — Dijo.

— ¿En dónde? — Pregunté.

El solo se sentó entre mi piernas y recargo su cabeza en mi pecho.

— Esto es vergonzoso. — Dije.

— No para mí. — Dijo.

El cerro los ojos y dejo que le hiciera peinados en el cabello.
Cuando estaba por terminar note que el agua se estaba volviendo roja.

— Yo no estoy en mi periodo así que... Oh por dios, Mikey. — Dije viendo una herida en su cuerpo.

Lo trate de despertar, pero no podía. Rápidamente me pare y intenté sacarlo del agua, cuando lo logré lo lleve a la cama y me quede así por unos segundos.

— ¡No sé que hacer! — Dije frustrada.

Tome el botiquín y empecé a curar su herida.

— Yo puedo, yo puedo, yo vi todas las temporadas de Grey's Anatomy. — Dije temblorosa.

Cuando acabe revise su pulso. Era débil pero seguía hay.

— Mikey despierta. — Dije tomando su mano.

Siempre tuve un trauma con la muerte. Cuando era chica entendí algo muy importante, yo no sirvo para tener a alguien. Siempre que adoptaba a un animal, semanas después moría.
Todas sus muertes me dolieron.
Siempre le pedía a dios que si estaban sufriendo, se los llevarán. Lamentablemente nunca nadie le tomo importancia y crecí con miedo a la muerte.

De pronto Mikey empezó a toser sangre. Tome su pulso y este estaba estable.

— ¿Estás bien? — Dije limpiando su boca.

— Si. — Dijo débilmente.

— ¿Llamo a Ken-chin? — Pregunté.

— Si.

Después de que le contará todo lo sucedido, Ken-chin llegó en menos de 5 minutos.

— Lo siento, no quería pararme a cambiar, por qué sentía que si dejaba solo a Mikey, le podía pasar algo. — Dije acomodando la toalla que cubría mi cuerpo desnudo.

— No te preocupes. — Dijo revisando a Mikey.

— ¿El estaría bien? — Pregunté.

— Si. — Dijo.

— Me alegra. — Dije.

A pesar de que Ken-chin lo estaba cuidando, no quería dejar solo a Mikey para irme a cambiar.
Cuando el empezó a despertar, empezó a sentirse mal.