He vueltoooo.
Que alegría me da traeros este capítulo. Y qué alegría me ha dado volver y ver que la historia tiene más de 1K de visualizaciones :0.
Muchísimas gracias, estoy que no me lo creo...
Solo espero que os guste este capítulo porque de verdad que me moría de ganas por volver.
Así que ya os dejo para que lo leáis con calma, y como siempre espero leeros en los comentarios :)
***
Sobre la cocina flotaba el dulce aroma del café recién hecho. Draco dio un sorbo a su taza y aprovechó el gesto para mirar a su acompañante.
Hermione estaba sentada tras la amplia isla de mármol negro que dividía la cocina en dos. La chaqueta del traje le quedaba tan grande que apenas ocultaba la desnudez que había debajo. Estaba preciosa, con el pelo rizado suelto y alborotado sobre los hombros mientras comía las tortitas que él mismo había preparado minutos atrás. Draco había tratado de mantenerse alejado, apoyado en la encimera con las piernas cruzadas, y los ojos fijos en ella en todo momento.
Todavía estaba tratando de averiguar que le había motivado hacer que se quedara. Quizá había sido la presión que sintió en el pecho cuando la había visto corretear por todo el salón tratando de huir mientras él fingía que seguía durmiendo.
Y en ese momento, casi sin pensar, Draco cayó en la cuenta de que él jamás había hecho eso antes, ninguna de sus amantes había pisado esa casa o se habían sentado a comer en su mesa.
Pero es que joder, Hermione Granger no era cualquier otra mujer.
Con ninguna había sentido que cada vez que follaban era igual de intensa que la primera vez ni le había despertado la piel y el alma esa forma, y Draco no estaba seguro de que cojones era todo aquello, que demonios estaba pasando entre los dos, pero de lo que estaba seguro es que quería alargarlo lo máximo posible. Que no quería que se acabara todavía o pasar otra maldita semana preguntándose cuándo volvería a verla o a tocarla.
Un gemido femenino cruzó la estancia haciendo que Draco temblara de pies a cabeza. Hermione tenía los ojos cerrados y aunque estaba masticando había una sonrisa enorme en sus labios. Estuvo unos segundos así, disfrutando de la comida como si estuviera sumida en un trance. Después abrió los ojos y los fijó en él. Eran del color del sirope de caramelo y a Draco le dio un vuelco el estómago cuando vio el brillo de felicidad que había en ellos.
—Son las mejores tortitas que he probado en mi vida.—declaró Hermione alejando el plato de ella como si ya hubiera tenido suficiente.
Draco sonrió con suficiencia.
—La duda ofende, Granger.
Ella puso los ojos en blanco, pero luego frunció el ceño mientras su expresión se tornaba un poco más seria. Draco observó cómo sus dedos se movían nerviosos sobre la superficie lisa de la isla. Hermione se mordió el labio inferior como si estuviera tratando de decidir si hablar o quedarse callada.
Y aunque Draco prefería la comodidad de los silencios, prefería saber que era lo que estaba pasando por su cabeza en ese instante. Siempre había creído poder leer a Hermione Granger como si de un libro se tratara, pero lo cierto es que cada vez que la miraba era como si tuviera que descifrar una ecuación.
—Suéltalo de una vez, Granger.—dijo entonces, haciéndola sobresaltar en el sitio—. Puedo oír los engranajes de tu cerebro desde aquí. Di lo que tengas que decir.
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Wicked Games | Dramione
FanfictionTras comprobar que su vida sentimental es un desastre, Hermione intenta ahogar sus penas en alcohol. Lo que menos esperaba esa noche era terminar enredada en la lengua de Draco Malfoy. En su lengua, en sus dedos, y muchas otras partes más profundas...