DongHae miro con tristeza la televisión, su padre se encontraba dando una entrevista.
— ¿Qué haces? —.
— ¿Él va a estar bien? —Lo miró — ¿verdad? —
— Él estará bien, Leeteuk lo va a proteger —Respondió tranquilizandolo, tomó el control remoto y lo apago. —...Jaechan no le hará daño, ni a ti tampoco —Beso su frente.
— Ese hombre que estaba ayer aquí...¿su pareja es un chico de mi edad? —
— Es un chico un años mayor que tú —Apartó un mechón de sus rojizos cabellos —, claro que eres más hermoso que Zelo pero no se lo digas —Le guiño el ojo.
DongHae rio levemente y se acercó besando sus labios.
— Te amo —Susurro mirando sus ojos — sin importarme lo que has hecho, yo te amo —
— También te amo, pequeño —Respondió el mayor —...eres mi única razón para seguir viviendo y para salir de este mundo —
— ¿De verdad? —
— Empezar de cero contigo a mi lado, nunca me había pasado ese pensamiento pero...tú has cambiado mi manera de ver el mundo —
El timbre seguido de unos golpes alertaron al pelinegro. Se levantó tomando la mano de DongHae y lo llevó hasta una pequeña habitación.
— Si escuchas cualquier cosa, solo presionas esto y sigue el camino hasta el final —Explico mostrándole un botón.
— ¿Qué pasara contigo? —
— Estaré bien —Beso sus labios — te amo —
— Hyukkie...—
***
HyukJae abrió la puerta y frunció el ceño bajando el arma.
— Sora ¿cómo es que has llegado hasta aquí? —Pregunto.
— KangIn me lo ha dicho —
— ¿Cómo? Le dije que no lo dijera a nadie —
— Yo soy tu hermana, no soy nadie —Se cruzó de brazos — estaba preocupada por ti, estás en todas las noticias —
— Sora vete —Tomó su brazo — lo mejor que puedes hacer es estar alejada de mi —
— No pienso dejarte solo, HyukJae —
— ¡Qué no me llames así! —Gruñó y desordeno su cabello exasperado — estoy bien ¿okey? Vete...—
— Sé que no soy la mejor hermana mayor del mundo, sé que cometí muchos errores contigo...pero me preocupas y te amo, HyukJae...—Lo abrazo.
— ¡Suelta a mi futuro esposo, largatona! —DongHae apareció apartando a la mujer de Hyuk.
— ¿Disculpa? —
— DongHae —Frunció el ceño, ¿por qué nunca le hacía caso?
— Me escuchaste bien, zorrita...no sé quién te crees que eres para venir y abrazar al padre de mis veinte hijos pero para que lo sepas estoy yo para defenderlo de brujas como tú —
— DongHae —
— Shhh Hyukkie estoy en una conversación —Le dijo mirándolo — entonces...—
— ¿Por esto has arriesgado todo? —Pregunto la mujer.
— ¿Esto? —Pregunto indignado — mírame bien estúpida, soy un hermoso ángel —Le dijo.
— Eres un niño —
— Y tú eres...—
— ¡Basta ya! —Hyuk se puso entre ambos y miró a DongHae —, ¿por qué nunca me haces caso? —
— ¿Qué hubiese pasado si no llegaba? —Se cruzó de brazos haciendo un mohín — está te hubiese besado y quien sabe que más —
— ¿Besarlo? ¡Qué asco! —Hizo una mueca.
— Pero sus labios son deliciosos y muy esponjosos —Hizo un puchero.
EunHyuk cerró los ojos y negó con la cabeza. Escucho a su hermana reír.
— No te rías —Gruñó.
— No puedo creer que en serio estés con él —Miró al pelirrojo de nuevo — niño soy Sora —
— No te pregunté tu nombre —
— Pero que educado eres, me sorprende ya que vienes de una familia privilegiada. Siempre creí que el hijo del presidente sería alguien maduro —
— ¡Soy maduro! —
— Basta. En serio, lo dos se callan —Negó con la cabeza — ella es mi hermana —
— ¡Cuñada! ¡Pero que linda eres! —Le sonrió.
Sora rodo los ojos.
— Diría lo mismo, pero no soy hipócrita —Se dio la vuelta — traje un par de cosas y me quedaré aquí para evitar que cometas alguna otra locura —
— Yo no te he dado permiso —
— No lo necesito —
***...***
DongHae se encontraba sentado en la cama con un puchero en sus labios.
— No puedes desobedecerme de esa manera —Le decía el mayor caminando de un lado a otro ante la mirada del pelirrojo.
— Pero Hyukkie yo...—
— Nada, pudiste correr peligro si no hubiese sido Sora. ¿Cómo puedo protegerte si no pones de tu parte? —Lo miró.
— Lo siento —Murmuró con los ojos cristalizados. — ¿me perdonas, Hyukkie? —Se levantó acercándose al mayor. Puso sus manos en sus hombres y se puso de puntitas para besar sus labios.
— Tienes tanta suerte de que te amo tanto —Rodeo la cintura del menor.
— También te amo —Sonrió feliz, y se acercó para besarlo de nuevo.
Con pasos algo torpes llegaron a la cama dónde lo acostó. Sus manos fueron bajo su ropa.
— ¡Deja al niño, pervertido! —Sora entró a la habitación y tomó la oreja del pelinegro.
— ¡Sora! —
DongHae hizo un puchero cuando su cuñada, a la cual parecía no agradarle mucho y no sabía el porqué, se llevaba a su Hyukkie fuera de la habitación.