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𝑉𝑖𝑑𝑎 𝑠𝑖𝑛 𝑠𝑒𝑛𝑡𝑖𝑑𝑜

𝑆𝑎𝑟𝑛𝑎𝑖

A veces se cree que por qué una persona tiene dinero es la más feliz del mundo, se puede ser feliz si, pero a veces ese dinero no llena el vacío que sientes por dentro.

Eso me pasaba a mi, ganaba grandes cantidades de dinero pero el sentimiento de ira y vacío permanecía en mi interior, la mafia me "adopto" desde muy pequeña y eso trajo consigo una vida llena de peligro y tentaciones en cada esquina. Las películas pintan que la mafia es un lugar lleno de dinero, sexo, drogas y alcohol cuando en realidad no es así.

Si, hay todo tipo de excesos por todos lados pero siempre omiten la parte de la muerte, siempre ponen a los mafiosos como matones a sangre fría y sin corazón cuando en realidad todos entramos con un corazón pero lo que vemos en ese entorno nos hace volverlo duro como vil roca.

La culpa al principio de sigue pero poco a poco ese sentimiento se vuelve indiferente, se transforma en una hábito común de tu día a día, cuando menos lo notas ahora la muerte te sonríe en la cara mientras que tú ya no le temes, solo esperas a que algún día venga por ti.

Mi vida normal no la recuerdo mucho, era muy pequeña para saber que en un futuro sería criada por una de las mafias más peligrosas del mundo, nunca fue mi destino sin embargo las personas se encargaron de ponerme ese destino sin ni siquiera decírmelo.

No tenía padres, mis padres biológicos fueron asesinados por la persona que me crío y adapto a su mundo, según el, yo era el mayor trofeo de aquel botín.

Mis difuntos padres eran agentes del FBI, ellos tenían un caso en contra del Don de la Cosa Nostra lo cual los llevo a cavar su propia tumba, estaban a nada de dejar al descubierto al capo más temido del momento pero fueron asesinados por el mismo Don.

Ese día lo tengo bloqueado en mi mente pero aún así los sueños me juegan en contra y me recuerdan ese día.

Gritos, súplicas, mis lamentos, promesas rotas. Todo eso pasó en menos de una hora.

—Mi señora - fijo mi vista en mi fiel guardaespaldas el cual se encontraba en el marco de la puerta — El señor Carsten la necesita

—Bajo en seguida

Me levanto de mi silla y cierro mi computadora en la cual estaba trabajando antes de ponerme a divagar en mis pensamientos, salgo de mi despacho y cierro la puerta detrás de mi para así poder empezar a caminar hacia las escaleras.

En la actualidad tengo veintitrés años, ahora soy encargada de los negocios del territorio alemán con ayuda de uno de los hijos de los aliados del Don, ahora respondo por el nombre de Sarnai, mi nombre real lo sepulte el día que mate a mi primera víctima.

Bajo las escaleras de manera tranquila hasta llegar al salón principal donde Carsten se encontraba sentado en uno de los sillones mientras en sus manos traía una tablet donde se notaba que estaba checando algo.

—¿Me llamaste?

—Mein rose, necesito que les des el visto bueno a estás armas - me entrega la tableta la cual estaba llena de un catálogo de armas — Son las nuevas creaciones de Rusia

Deslizo mi dedo por el dispositivo mientras observo las que más llaman mi atención.

—Cada vez las hacen más sofisticadas

𝐄𝐋 𝐉𝐔𝐄𝐆𝐎 𝐃𝐄 𝐔𝐍𝐀 𝐑𝐎𝐒𝐀 [𝐁𝐨𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora