3

116 6 3
                                    

𝑁𝑜𝑐ℎ𝑒

𝑆𝑎𝑟𝑛𝑎𝑖

La noche empezaba a asomarse en el cielo de Berlín, las estrellas brillaban con un fuerte resplandor lo cual hacia que el cielo no se viera apagado y triste.

Desde mi balcón se veía un paisaje demasiado pacífico, vivir casi a las afueras de la ciudad era una ventaja ya que podía ver la ciudad desde donde estaba y el cómo está era adornada por las luces de los diferentes edificios. De repente un recuerdo llegó a mi mente.

Mami, ¿Adónde están las personas que fallecen?

En el cielo, mi amor. Se convierten en una muy hermosa estrella

¿Por eso el cielo está lleno de muchas estrellas?

Si, ahí puedes encontrar al ser querido que más extrañas

¿Algún día yo seré una estrella?

Algún día muy lejano, cariño, pero te prometo que pase lo que pase nosotros siempre te cuidaremos desde el lugar donde estemos

—¿Me lo prometes?

Te lo prometo

Después de esa promesa al siguiente día paso todo lo que jamás imaginé rompiendo así la promesa que mi madre juro mantener.

Por eso no confío en las promesas ni en las personas, siento que al momento que me prometan cualquier cosa pasará algo y está se romperá.

—Todo está listo para la entrega — La voz de Carsten hace que salga de mis vacilaciones mentales.

—Gracias

Un silencio un tanto tenso se posiciona en el ambiente, se que es por mi culpa pero de verdad no gano nada engañándolo y diciéndole cosas de no son verdad.

—Carsten, yo....

—No digas nada, ya lo dijiste todo hace unas horas

—Espero que puedas entender mis razones

—¿Cómo las voy a entender si no me dices lo que sientes realmente? — pregunta.

—No te las digo por qué no es tu responsabilidad ser mi psicólogo

—Sin embargo lo soy, ¿Tan marchitos están tus pétalos, mi querida rosa?

—Siempre lo han estado, Carsten

Un suspiro pesado sale de sus labios, suspiro de rendición eso significa, a pesar de no ser la personas más expresiva del mundo Carsten nunca se a rendido conmigo. El quiere que lo vea como un leal y fiel amigo pero yo no sé cómo aceptar eso.

—Prepárate, según el pronóstico tendremos varios ojos extras en la entrega

Antes de que pueda decirle algo más el ya no se encontraba en el balcón ni en el interior de la habitación.

Exhalo un poco de aire antes de entrar y empezar a prepararme para la entrega de hoy, busco mi ropa negra perfectamente diseñada para camuflaje, busco mi cubre bocas el cual ayuda a qué los de FBI no me identifiquen al igual que mi capucha de la misma tonalidad que el traje.

Mi traje más bien es como si fuera algún tipo de personaje de mortal Kombat, a veces siento que soy Kitana, me acerco a mi tocador y empiezo a pensar mi cabello en una cebolla perfecta mientras que quito todo tipo de joyería de mi cuerpo ya que algunas las uso siempre y pueden identificarme con un simple anillo.

𝐄𝐋 𝐉𝐔𝐄𝐆𝐎 𝐃𝐄 𝐔𝐍𝐀 𝐑𝐎𝐒𝐀 [𝐁𝐨𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora