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Michael

No sé que hago aquí

Debería irme, regresar a casa con Ally y Prince...

Michael... — Tardo en darme vuelta.

No quería voltear y que todos los sentimientos que dije haber olvidado, regresen.
No quería perdonarla, quiero verla y que el sentimiento de odio que todavía conservo siga ahí.

Isabella fue mi debilidad. Mi gran amor...

Puedes voltear —Su voz seguía siendo igual de suave como lo recordaba.

Volteo.

Sus ojos celestes

Su cabello dorado

Su sonrisa brillante

Tenía puesto un vestido blanco que le llegaba hasta las rodillas, dejaba ver su escote... su cuello...¿Era el collar que le había regalado en nuestra primera cita oficial?

¿Puedo abrazarte? —Sus manos se abrían y cerraban a sus costados, eso hacia cuando estaba emocionada.

No espera mi respuesta se acerca rápidamente y me abraza; un escalofrío recorre todo mi cuerpo cuando siento sus labios en mi cuello.

Abrazame, Michael —Pide hablándome al oído— Te extrañé muchísimo.

No podía moverme

Ni siquiera podía respirar con normalidad, sus brazos me rodeaban con tanta fuerza.

—No me toques —Hablo por fin, reaccionando.

Se aleja dolida y me mira ofendida.

Busco en mi interior todas las razones por las que la odiaba, y las repito una y otra vez para no olvidarla y caer en su trampa.

1)Me fue infiel en mi propia casa
2) Dijo que odiaba ser madre, que odiaba a Prince
3)Me robó
4)Me abandonó, a mi hijo y a mi
5) Prefirió irse, y vivir con un vagabundo antes que criar a "nuestro" hijo juntos.

—Michael... —Susurra herida— No me trates así, te lo suplico.

¿Cómo te atreves a regresar y entrar a mi casa el día de mi boda? —Poco a poco voy sintiéndome más seguro, menos atraído a ella.

Esperaba verte... —Se sienta y me invita a sentarme a su lado— Pero me encontré con tu... Esposa.

No quiero que te acerques a mi familia, Isabella —Tomo mi chaqueta de la silla— O vas arrepentirte.

No te vayas... Escúchame —Me toma del brazo— No sabía que ibas a casarte... Por eso volví... Recapacité, entendí que dejarte a ti fue un error. Estoy muy arrepentida, Michael, por favor perdóname. Era una chica inmadura que no sabía lo que quería, me asustaba el hecho de criar mal a Prince y huí...

—Y me robaste, me engañaste. No quiero oírte —Me aparto molesto— Es muy tarde para volver, ni Prince ni yo te necesitamos.

Isabella comienza a llorar; se me viene a la mente cada vez que yo intentaba levantarle el ánimo cuando la veía triste, hacia todo lo posible por verla feliz... Y ahora... No movería ni un dedo para hacerla sonreír.

¿Ya no me amas?

Lo mejor será que te vayas, Isabella. Aquí no hay nada para ti.

Dame una oportunidad, amor, por los viejos tiempos... Recuerda, éramos muy felices... Dijimos que envejeceriamos juntos, no lo olvides...

—Recuerda que fuiste tú la que arruinó todo. Tú acabaste con toda la felicidad —Paso por su lado— Ya te lo advertí. No te acerques a Ally ni a Prince.

Es mi hijo.

No te importó dejarlo cuando solo tenía tres meses de vida —Respondo frío, miro a la Toya— Y tú, tienes prohibido ir a mi casa. No quiero verte.

¿Cómo pudo traicionarme así por segunda vez? ¿Acaso no me quería ni un poco? Es mi hermana, debería apoyarme aunque sea un poco. Dejar que ella se quede aquí es sobrepasar el límite, mi límite.

•°•°•°•^•

Ally


—Por favor, por favor... —Sostiene mis manos y me saca la ropa por quinta vez.

Mi paciencia se agota, no soportaría mucho, pronto comenzaría a descargar mi ira sobre ella y me odiaria si lo hiciera.

—Luci... Por favor —Pido está vez yo— Lo mejor será que me vaya antes que él llegue.

—¿Qué carajos estás haciendo? —La voz de Michael nos sobresalta a las dos—¿Por qué haces tus maletas?

Luci deja la ropa en la cama y se va dejándome a solas con Michael. Ni siquiera podía mirarle a la cara.

—Ally...

Saco mi celular y le muestro la foto que su hermana me había enviado hace media hora. Ellos se estaban abrazando.

¿Por qué fue a verla?

Porque la ama.

No tienes que decir nada. Sabía que iban a regresar —Limpio una lágrima que bajaba y continúo cargando la ropa, ahora sin doblar, todo dentro de la maleta. Lo único que quería era largarme de aquí.

—¿De dónde sacas eso? —Dice más confundido que antes— No, no regresaremos jamás. Estoy contigo.

Vuelvo a mostrarle la foto. Me saca mi teléfono y lo tira sobre la cama.

—Fuiste a verla... Dejaste que te abrazara... Y no sé qué más... —Estira mi brazo y me pega a su cuerpo— ¿Estás haciendo esto porque besé a Leo aquella vez? Es injusto, Michael.

—Fui a decirle que no se acercara a ti —Acaricia mi mejilla y aparto mi rostro— No pasó nada más y ya deja de pensar en ese estúpido.

—Dejaste que te abrazara... —Mi celular vuelve a sonar.

Lo vuelvo a tomar, era otra foto. Una en la que están juntos, y ella lo sostiene del brazo. Vuelvo a mostrarle.

—No pasó nada, Ally. Te lo juro. Por favor, bloquea el número de La Toya.

—¿tienes miedo a que la próxima foto que envíe muestre que si se besaron?

—Nunca te engañaría, Allison. Confía en mí.

Lo miro fijamente, pero lo noto diferente. Algo cambió.

—Bien. Si dices que nada pasó te creeré.

—Gracias —Pega su frente a la mía— Te lo juro nena.

Atada a ti {Michael Jackson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora