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Despierto gracias a la luz de los rayos del sol que entran por la ventana. Con mucho esfuerzo abro los ojos, pero los cierro nuevamente.

—Buenos días, linda —La Nana de Michael cierra las cortinas— ¿Así está mejor?

—Si, gracias —Abro los ojos, ella estaba juntando la ropa que estaba tirada en el suelo— No, deje yo limpio todo eso. No se preocupe.

Cuando voy a levantarme me doy cuenta que estoy desnuda y que solo la sabana me cubre.

—Me gusta ayudar —Dice y después mira la cama— Creo que deberíamos limpiar esas sábanas.

Miro a un costado y veo sangre... Oh dios... Que vergüenza...

—Buenos días —Michael sale del baño con una toalla en la cintura— Deja eso, Nana. Yo me encargo. ¿Puedes despertar a Prince, por favor?

Asiente con la cabeza y se va cerrando la puerta.

—Buenos días —Besa mis labios— ¿Cómo estás?

Deja caer la toalla y va al armario.
No puedo dejar de ver su trasero

—Yo... Eh... Bien —Aparto la mirada— ¿Qué hora es?

—Las nueve y media. Hablé con tus profesores, ya saben que te casaste y que vas a tomarte toda esta semana libre —Me pasa un vestido amarillo— Iré a la oficina por unas horas para hablar con mi asistente, tú puedes quedarte y descansar.

Saca un traje negro y se empieza a vestir.

—¿Vendrás a comer?

—Por supuesto —Cuando ya está vestido se acerca nuevamente y besa mis labios—Te veré después.

Sale dejándome sola y confundida. ¿Qué haré ahora?

~•~•~•~

Después de desayunar con Prince y Luci, decido ir a casa de Kate, ayer no pudimos hablar mucho y le tengo que contar sobre Isabella pero después recuerdo que ella debe estar en clases a esta hora.

—Luci... —Llamo su atención, me mira y yo sigo hablando—¿Qué crees que haga Michael si Isabella regresa?

—No lo sé. Puede reaccionar mal o bien —Deja a Prince en el piso— Lo que quiero decir es que puede hablar con ella en su oficina, preguntarle cómo estuvo todo este tiempo o puede llamar a los guardias y sacarla de la casa.

Espero que haga lo segundo, ella ya no merece el perdón de ninguno de los dos.


Una semana después

Prince sostiene la pelota con la mano, y viene hacia mi. Su cabello dorado caía sobre su frente, tapando sus ojitos.

—¿Ese es mi bebé? —Me pongo de pie casi de un salto.

Isabella estaba sentada en el mismo banco que yo. Su cabello estaba recogido en una cola perfectamente hecha, su maquillaje era impecable haciendo resaltar sus ojos celestes.

—¿Qué haces aquí? —Tomo a Prince en mis brazos— ¿Estás siguiéndome?

No, este era el parque en el que Michael me traía cuando estaba embarazada —Mira el lugar y acaricia su abdomen plano— Aquí imaginábamos nuestra vida juntos, fue donde me pidió matrimonio.

—Gracias por decirlo. Ya no regresaré aquí —Comienzo a caminar hacia el auto

¿Me dejas cargarlo un ratito? —Intenta tomarlo y Prince comienza a llorar— Soy yo, bebé, tu mamá. ¿No me recuerdas?

Atada a ti {Michael Jackson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora