Capítulo 7: Hyde Park

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Al llegar al parque lo primero que vi fue el arco de mármol que hace de una de las puertas, todas juntas cruzamos el arco entrando al parque y lo primero que pensé es en todos los sitios de ese parque que podríamos visitar, el jardín de rosas, el lago Serpentine, el memorial a la princesa Diana, El monumento al marido de la Reina victoria y el palacio Kensington.

Sora: —¿A dónde queréis ir chicas?—

Repase todas las posibilidades intentando ordenar cual quería visitar primero, pero quería ir a todos sitios, no conseguía elegir uno.

Tayla: —A mi me da igual—

Feni: —Podríamos ir al lago, quiero ver a los patos y los animales que hayan por allí—

Kara: —Yo soy incapaz de elegir un sitio, quiero ir a todos—

Sora: —Vayamos primero al lago y después podemos ir a otro sitio—

Kara: —De acuerdo—

Todas asintieron mostrando su aceptación al plan, así que empezamos a andar hacia el lago.

Mientras caminábamos mire todo lo de alrededor, el color verde inundaba todo y le daba ese toque relajante, el aire fresco chocando contra mi rostro con una leve brisa y el sol dándome calor y haciendo que me sienta cómoda.

Después de andar por unos pocos minutos llegamos al lago y veo todas las aves que vuelan y nadan libremente, hay bastante gente contemplandoles , la verdad es que es un sitio bastante bonito.

Veo a Feni acercarse a una ave que sale volando al notarla, veo como se disgusta y se queda viéndolas de lejos.

Nos quedamos un rato en el lago hablando y contemplando a las aves hasta que decidimos ir al siguiente sitio, esta vez decidimos ir al jardín de rosas, al llegar me quedo asombrada, este sitio es precioso, como dice el nombre está lleno de rosas, incluso hay estructuras de maderas con algunos rosales subiendo por ellas.

Kara: —Chicas, voy a mirar un poco por mi cuenta, no me alejaré mucho—

Sin dejar a que me respondan me adentro más en el jardín mientras voy mirando los rosales.

Encuentro un sitio que es como un camino con arcos y vallas y me paro a un lado a mirar las rosas apoyándome en la valla.

Hay gente pasando por el pequeño camino y algunas pocas se paran a hacer lo mismo que yo, es un poco molesto estar rodeada de tanta gente, mis instintos no paran de gritarme que les ataque, que les muerda y beba su sangre pero no puedo hacer eso, solo se puede atacar por la noche o cuando haya poca gente o casi nadie.

Miro la luz del sol que se cuela entre los arcos, seguramente os preguntáis cómo siendo un vampiro puede estar expuesta a la luz solar, fácil, después de tantos milenios existiendo los vampiros los científicos han acabado desarrollando una crema que nos hace inmune durante 5 horas, aún están investigando cómo hacer que dure más, pero para mi ya es suficiente con poder salir de día.

Vuelvo a mirar las rosas y me quedo mirándolas fijamente.

??: —¿Kara?—

Al escuchar que alguien dice mi nombre me giro y lo primero que veo es el color azul de su pelo.

Kara: —¿Kevin? No esperaba encontrarte aquí—

Kevin: —Pues ya somos dos, ¿Te gustan las rosas?—

Sonrío involuntariamente, realmente me encantan las rosas, mis favoritas son las rosas rosas, y siempre se me hace raro decirlo por el hecho de juntar la misma palabra en la misma frase y encima seguidas.

Enamorada de un simple mortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora