Capítulo 1.

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Hace diez días

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Hace diez días...

Aunque ser la esposa de un senador tiene sus ventajas, las desventajas son mucho mayores. Cada momento de mi vida es planeado y escrutado, cada imperfección es motivo de burla.

-Buenos días, Danna -le dirijo una amplia sonrisa a la recepcionista, que parece sorprendida de verme.

Se sonroja y permanece boquiabierta hasta que las puertas del ascensor se cierran entre nosotras.

¿Qué le pasa?

Tan pronto como llegó al tercer piso, entro directamente a la oficina de Liam y miro mi reloj.

Se supone que Liam y yo teníamos una entrevista con "El Radar de las Noticias" para hablar de su campaña. Se nos ha hecho un poco tarde, tenemos que apresurarnos si queremos llegar a tiempo.

Abro la boca para anunciar mi llegada, pero lo que veo me detiene en seco.

¿Esa es Laura, su asistente personal? No, un momento, creo que se llama Lara.

Está medio sentada al borde del escritorio, frente a mi esposo. Cuando noto su mano frotándolo entre las piernas, no tardo en darme cuenta de lo que está pasando.

¿Es en serio? ¿Otra vez?

Miro con una apenas contenida fascinación cómo esta mujer se sienta a horcajadas sobre mi marido en la silla de su oficina.

Es mucho más atractiva que la anterior.

Los labios agrietados de Liam le besan el hombro desnudo, mientras ella echa hacia atrás la cabeza con los ojos cerrados de placer.

Oh, por favor, ya he sentido esos labios en mi piel antes. Es imposible que se sientan tan bien.

Ella gime ruidosamente cuando la mano de él comienza a subir por su muslo, están tan concentrados el uno en el otro que ni siquiera se han dado cuenta de que estoy parada en la puerta. Justo cuando él comienza a bajarle la ropa interior, me aclaro la garganta.

El GuardaespaldasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora