Prólogo

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10:15 pm

Una noche estrellada de Noviembre envolvía por completo las carreteras únicamente alumbradas por dos filas de farolas de luz naranja. Por ellas pasaba un coche azul marino, rumbo al horizonte. En él se hallaba una familia de 4 integrantes, pero aquí el importantes es un joven de pelo ____(C/C) y ojos ___(C/O) , él cual se encontraba mirando por la ventana mientras escuchaba música en su MP4. A este no parecía importarle lo que pasaba a su alrededor, hasta que...

-(T/N)!! - una de las dos personas que iban  en la parte delante te había gritado, probablemente para que bajases de tu nube

-Ah! P-perdón papá - respondiste disculpándote

-Estábamos hablando de tu cumpleaños - decía la mujer del asiento de copiloto con emoción

-Ejem... ya ha pasado casi un mes - corregías con una sonrisa humorística en tu rostro

-Eso no quita que los hayas cumplido, ¡tu eres el cumpleañero y ya estoy emocionado qué tú! - decía tu hermano menor mientras agitaba sus brazos

-*sigh* 17 años - suspiró tu madre - Si parecía ayer cuando te podía cargar en mi pecho - decía ella mientras miraba hacia abajo con melancolía.

-Qué rápido se pasa el tiempo - dijiste mientras volvías a conector los audífonos y escuchar música.

Tras devolver la mirada a la ventanilla, te quedaste pensando en aquella pequeña conversación que habías tenido con tu familia.

Dentro de no más de un mes sería tu cumpleaños, el diecisieteavo para ser exactos. Muchos recuerdos felices se te venían a la cabeza: cuando tu padre te enseñó a montar en bicicleta, cuando hiciste un desastre en la cocina el día de la madre, cuando hiciste un fuerte con todos los cojines de la casa...

Todo aquello lo recordabas con melancolía y nostalgia, a tal punto que casi se te salen unas cuantas lágrimas.

Saliste de esos hermosos pensamientos para volver a centrarte en la carretera, pues algo te llamaba la atención. Una luz extraña apareció en la lejanía, <<seguramente sea una farola más>>

pensaste, pero inmediatamente descartaste esa idea, pues la luz se encontraba en medio del camino. A medida que iba pasando el tiempo, la luz se hacía más intensa e incluso imaginaste que estaba acercando...

Por desgracia, no lo estabas imaginando.

Aquella luz alumbró cada vez más fuerte, hasta que pudiste observar que lo que se acercaba y era camión. Este se aproximaba a gran velocidad hasta vosotros, intentaste avisar a tus padres . Fue inútil. El camión ya había chocado.










Abriste los ojos como pudiste, tus oídos pitaba a más no poder. Sentiste un dolor intenso en la parte izquierda de tu rostro, así que llevaste tu mano izquierda a ella.

Lo primero que pensaste fue en salir, en saber cómo se encontraba la situación. Abriste la puerta del auto y saliste adolorido, empezaste a toser debido al humo que había en aquel lugar. De inmediato, fuiste a revisar como estaba tu familia...

Por suerte, nadie demostraba que estuviese muerto, solo habían perdido el conocimiento y las heridas que tenían no eran mortales. Pero no tenías tiempo que perder. Tu primer instinto fue revisar el estado de tu teléfono para llamar al número de emergencias. Muy aparte de que lo más seguro era que estuviese destruido, no lo recargaste antes salir. Aún tenías esperanzas, así que no estuviese destruido, era imposible encenderlo, no tenía batería.

Durante unos segundos te quedaste sin saber que hacer, tenía que haber una solución, no estabas dispuesto a dejarlos morir. Lo único que se te vino a la cabeza fue salir a buscar ayuda, cosa que en su momento te pareció lo ideal. Recogiste lo que pudiste y te fuiste con determinación. Empezaste a caminar en sentido contrario al accidente, ibas lo más rápido que podías pero tener que ir cojeando solo te entorpecía



Pasaron por lo menos 7 minutos de tu salida, no encontrabas nada ni a nadie, ibas perdiendo las esperanzas a cada rato que pasaba.

Caíste al suelo cansado, no podías más.

Pero, por obra divina o del destino, escuchaste un vehículo se acercaba y por suerte paró...

-¿¡P-pero que te ha pasado!? - gritaba una silueta desesperada mientras bajaba de su auto.

-A-a-ayuda... - fue lo único que lograste decir.

-Tranquilo, tranquilo - dijo mientras se acercaba a mí. Aquel hombre era totalmente rosa, además de llevar un parche negro en su ojo derecho y un chaleco muy abrigador. 

-M-m-i f-fam... - no pudiste articular ninguna palabra, no tenías fuerzas.

-Cálmate, te voy a ayudar, solo tranquilízate - te dijo mientras te ponía su parche en tu herida de la cara, te subía en el coche y echaba en los asientos de pasajeros.

Él solo arrancó el coche, y dio la vuelta aunque fuese en contra. Era una sensación agridulce y de impotencia de no poder articular que tu familia aún seguía en peligro.

No pudiste más y cerraste los ojos cayendo desmayado. Tú solo esperabas que alguien más se diese cuenta que aún había gente de donde tú venías.

Calentando un corazón helado (Swap!Sarvente! x Male!Reader!) (Updates Lentas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora