•|Appearance|•-Vkook-

#11

—Señor, por favor, comprenda. Él sigue siendo un adolescente y-

—¡Guarda silencio de una vez!

Él se vió interrumpido por la voz enojada de aquel hombre que tenía el rostro rojo de tanta molestia en su ser. Nunca había sido alguien con mucha paciencia, y el asunto tampoco le estaba generando buen humor.

—Padre... Te prometo, es más, te juro que voy a arreglarlo, lo haré, solo por favor, dame una oportunidad, esta vez lo haré bien, y todo saldrá como quieres.—La voz del castaño se hizo presente, apenas perceptible por el tono tan bajo que estaba utilizando.

Nunca había visto así de molesto a su señor padre, más sin embargo sabía bien que no debía de hacerlo enojar, era una regla que había aprendido por las malas desde más pequeño, y que se había grabado en la mente.

Amelier guardaba la compostura, pese a que creía que el de tercera edad estaba cometiendo un acto algo agresivo con su hijo, pero la realidad era, que él no poseía ningún derecho ni permiso de opinar sobre la situación. Jungkook aún estaba con la expresión preocupada, y pese a todo el adiestramiento que había recibido hace años con mentores ajenos a él en la infancia, ahora mismo sentía que no le servía de mucho. Podría actuar frente a todo mundo, pero no con su padre, no con él, pues le costaba mucho reservar el pánico que invadía su menudo cuerpo en momentos como aquellos.

—Dame una buena razón Jeon, una puta buena razón para no considerarte un niñato inútil.—Las palabras del más grande y canoso sonaron ásperas, y amargas.

El castañito tragó saliva y separó los labios a punto de hablar, pero no tenía las palabras adecuadas para hacerlo, por lo que volvió a fruncir sus labios bajando la mirada.

—Has estado aquí durante unos meses, ¡Y lo único que has hecho es besuquearte con ese chico bastardo! ¿Qué espero de ti ? ¡¿Dime qué espero de ti?!—Le tomó de la camisa, sacudiendo su cuerpo sin mucha fuerza, podría estar enojado, furioso e irritado, pero nunca podría ponerle una mano encima a su propio hijo.

—Señor, por favor, se lo ruego, aún podemos remediar este asunto, solo necesitamos calmarnos todos y retomar el tema principal.—Amelier tomó palabra nuevamente, con un tono suave pero firme, dirigiendose a su jefe y esperando que este le tomara en cuenta.

Jungkook estaba enmudecido y con la expresión de cierta manera, apagada.

—Yo hablaré con él, tendrá los resultados más pronto de lo que canta un gallo, por favor permítame hablar más claramente con Jungkook.—Hizo una leve reverencia al tipo, antes de incorporarse y esperar una respuesta.

—Espero que sea así, de lo contrario, ninguno de ustedes me va a servir para nada.—Fueron las últimas palabras que dijo el de tercera edad antes de hacerles un gesto a ambos para que se marcharan del gran departamento que el señor Jeon había rentado a un buen precio solo para aquel sermón.

El menor caminaba hacia la puerta, callado y con una expresión indescifrable. En cambio, el más grande que lo acompañaba tenía una suavidad en todo su ser, y siempre había sido así. Siempre fue Amelier el mayor pilar en la vida poco juvenil de Jeon Jungkook.

—Sabes que tenemos que hablar de eso, Kookie.—Le llamó en un tono muy  tranquilo, y bajito pero audible así él podía escucharlo y no sentirse intimidado.

Y la verdad él no quería hablar sobre nada, lo único que quería era encerrarse en su habitación y llorar, llorar y llorar. Sacar toda aquella impotencia guardada desde hace años, poder gritar todo lo que le molestaba y deseaba. Poder decirle al mundo, que él también quería un amigo en quien confiar, un amigo con quién compartir su llanto y alegría. Quería decirle al mundo que lo odiaba y que era muy injusto, pero sobre todo, quería que Kim Taehyung lo abrazara y le dijera que todo estaría bien.

"Tsk, pensamientos imposibles..."

Fue el primer pensamiento de Jungkook al recordar al mayor de cabello oscuro. Habían transcurrido dos meses más, y en ese lapso de tiempo, la misión que había tenido asignada estaba siendo un fracaso. Él estaba siendo un fracaso.

"Totalmente idiota Jungkook".

Le dolía el pecho, le ardían los ojos y le dolía el cuerpo, quizá una gripe, quizá el cambio climático, o quizá el dolor emocional que reprimía en su ser...

—Basta ya, arriba esos ánimos Gyu, debes de recuperarte y pensar con claridad.—Taehyung quería tener fé en su amigo, pero dadas las circunstancias y la persona involucrada, le era difícil a él mismo pensar claramente.

El más pequeño se encontraba tirado en la cama, abrazando una almohada y con los ojos hinchados de tanto haber llorado por el error que había cometido. Odiaba a Soobin, odiaba a Kang Taehyun, pero más se odiaba a sí mismo por haberse permitido dejar manipular por el alcohol, y por aquellos besos que su ex novio le había dado en aquella fiesta, dónde todo comenzó, dónde el caos se dió.

—Yeonjunie ni siquiera quiere verme Tae.—Su voz sonaba lastimada, y al borde de volver a llorar.

Taehyung por supuesto debía investigar. Había visto como el ex novio de su amigo tenía familiaridad con Soobin, otro chico de la clase. Sabía perfectamente la escoria que podían llegar a ser ambos, pese a que en el pasado se había vuelto cercanos a ellos.

—Sus amigos hablan mal de mí con él, me dicen infiel, me dijeron sorra.—Lloró nuevamente, cubriéndose con la sábana, y es qué de verdad quería creer que todo era una fea pesadilla, que solo estaba soñando mal y que Yeonjun y él mañana se verían, y reirían.

—Beomie...—El mayor no encontró que decirle. Claramente por más que quisiera a Beomgyu, había cometido un error, había sido infiel a los sentimientos que poseía por el peliazul.

Soltó un largo suspiro, echándose a la cama de la habitación ajena, y abrazándolo, dando caricias en su cabello como el buen hermano mayor que era para él.

—Dale tiempo, y busca una buena explicación, él te ama, y tú amas a Yeon, todavía estás a tiempo de remediar parte del asunto Gyu, no llores más.—Besó su frente, y le limpió las lágrimas con sus pulgares.

Fuera de la ventana a cierta distancia, Soobin tomaba aquellas fotografías, con la posición en la que se encontraban Taehyung y Beomgyu, uno encima del otro, besando su rostro.

Algo de edición, y aquello sería el nuevo chisme y razón para que Yeonjun, odiara para siempre a Gyu...

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Muy bien, hasta acá el capítulo. Ya pronto sabrán lo que se viene con Taehyung y Jungkook, y todo el drama del Yeongyu.

¡Hasta la próxima!

—SummerWind.