—Si papá, lo sé, tengo muy claro lo que debo de hacer.- Llevó otra rebanada de pizza a su boca dándole un gran mordisco a esta.Amelier estaba a su lado, con la computadora sobre la mesita de centro frente a él y una taza de té verde al lado; estaba trabajando en una documentación, la cual le había pedido el padre de Jungkook hacer.
—Bien, lo intentaré padre.- Colgó la llamada y suspiró.
Si era sincero, se sentía muy presionado aveces, pero todo era una buena causa, todos obtendrían lo que querían, y qué más querría Jeon Jungkook que el orgullo y admiración de papi. Siempre había sido así. Amelier rompió el silencio que hubo después de la llamada finalizada.
—Te ha dicho eso, ¿ Verdad ?- No despegó la mirada del apartado frente a él, había un aura de completa seguridad en él, y el tono de su voz era bastante seguro también.
—Si, ha sido así.- Con su mano derecha tomó el vaso de vidrio con un líquido casi transparente, si no fuera por las burbujas y la opacidad del contenido. Sprite.
—Kookie, ¿ Cómo te fue ayer? Con Taehyung, quiero decir.- Amelier por fin posó la vista en el menor, quién llevaba una camiseta blanca y jeans claros encima, con el cabello revuelto por haber estado recostado en el sillón hacía unos minutos, y el vaso con soda posado en sus bonitos labios rojizos.
—Él se mantiene un poco distante aún, pero en los almuerzos me invita con sus amigos, insiste en presentarme a uno de ellos.- Dejó el vaso en la mesa de centro.
Taehyung era un chico muy agradable, con esa gracia y gentileza que le hacía ser bastante simpático. Ese chico de cabello oscuro cabría donde sea con la bonita sonrisa cuadrada y el porte elegante que tenía, había pensado Jungkook. Parecía ser también difícil, difícil en la manera romántica, pero no era un trabajo que Jeon Jungkook, no pudiera hacer.
En esta primera semana que había entrado a aquel colegio, le resultó bastante fácil acercarse a los demás compañeros de clase, y más importante, a Kim Taehyung. Una parte de él sentía que estaba haciendo algo mal, que lastimaría a alguien inocente, pero ese pensamiento se iba en cuanto recordaba que era una misión, que era su trabajo, y que debía dejar de lado todo tipo de simpatía y emoción personal en ello.
—No lo pierdas de vista Jungkook, recuerda que el objetivo es él.- Amelier hizo una pausa y respiró hondo.- No importa que te presente a cien chicos distintos, deberás dejarle en claro que lo que quieres, es con él.
Jungkook le miraba bastante espectante y atento, el mayor frente a él era muy directo, y Jungkook no se salvaba de ello, pero bien, debajo de aquella máscara de líder duro y despiadado que poseia, estaba el Amelier Evans que protegía a capa y espada al pequeño Jungkook, porque a pesar de que fuera un trabajo profesional el que llevaba, no podía dejar de lado la paternidad que sentía por el menor, lo había visto crecer desde que él mismo era más joven.
Aveces dudaba que el mismo Señor Jeon lo conociera mejor que él.
Tomó un sorbo de su té y sonrió de lado mirando al frente.
—Sabes hacer estas cosas, Kook. No se por qué te estoy diciendo esto.- Se giró a verlo, mirando la pequeña sonrisa de conejo de Jungkook.
—Jamás he decepcionado a nadie.
Ya era domingo tan pronto, y lo que restaba, era estudiar un poco. Y en cuanto volviera la semana de clases, debía mantenerse lo más llamativo para Kim Taehyung. Su padre había dado órdenes de comprar la ropa que llamara más la atención del objetivo, le habían estado explicando las cosas que habían descubierto, los gustos para pasar el rato, la comida y moda. Solo lo que estaba a su alcance.
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•|Appearance|•-Vkook-
Fanfic-Jungkook, si alguna vez todo lo que me dijiste fue cierto, p-por favor, no dispares...-El sonido del cañón del arma resonó estruendosamente en sus oídos.