Habían pasado al menos 3 meses desde que llegó a Busan. Se pudo integrar lo suficiente como para recibir invitaciones casi diariamente para salir con los compañeros de la clase. Jeon Jungkook se había ganado una reputación fácilmente en el colegio. Taehyung la tenía hace tiempo también. Que Jungkook y Taehyung se frecuentasen creaba muchos rumores.Algunos decían que ellos dos salían, pues la cercanía que ambos mantenían hablaba de algo más que solo amistad. Otros, que estaban juntos porque el padre de Jungkook buscaba negocios con el de Taehyung, ese estaba un poco más acertado, si tomaban en cuenta que Amelier no era el papá biológico de Jeon Jungkook.
Estaba caminando por los pasillos del lugar, su estómago pedía sonoramente algo para poder comer. No había visto a Taehyung en el primer periodo, por lo que supuso que llegaría un poco más tarde, y fue correcto. En la segunda clase recibió un mensaje de él diciendo que se encontrasen en la cafetería. Y claro, Jungkook lo haría. Lo seguiría haciendo hasta que todo esté concluído.
"Haz que te diga la información..."
Se recordó a si mismo en la mente mientras seguía caminando. Llegando al tópico, buscó con sus bonitos orbes la cabellera oscura de Taehyung, observando como a lo lejos se encontraba el mismo sentado en una de las mesas, cuadradas y pintadas de un intenso color café.
El chico sentado, al verlo le hizo una pequeña seña para que se acercara, mostrándole al mismo tiempo una sonrisita inocente, de esas que Jungkook se había acostumbrado a ver por las mañanas y por las tardes, de esas que le hacían dudar un poco acerca de si mismo, de la misión, y de lo que realmente quería hacer.
El castaño se acercó, traía un barbijo blanco puesto, hace dos días que tenía resfriados por haber dejado el clima frío a todo lo que da. Jungkook había recibido un buen sermón por parte de Amelier, quien le hizo beber un asqueroso jarabe con sabor a café y limpiador de baños. Jamás había probado la mezcla, pero imaginó que sabría así.
-Aún no te mejoras.- Taehyung habló en cuanto Jungkook tomó asiento, observando los dos almuerzos que había frente a ambos.
-Hum, no. Mi padre me ha hecho tomar un jarabe con sabor terrible.- El castaño hizo una mueca de disgusto ante lo dicho.
-Pues me parece bien.- Sonrió un tanto burlón por el tono de desagrado del chico y la mueca.- El señor Amelier hace bien con cuidarte con estas cosas. - Recargó su mejilla en su mano derecha.
-No soy un niño ya, puedo cuidarme solo. - Jungkook se cruzó de brazos, formando un leve mohín inconscientemente.
Aquello pareció tener efecto en Taehyung, porque comenzó a reírse muy divertido, deslizando uno de los almuerzos hacia Jungkook.
-¿Tanto así que te resfriaste por dejar el aire acondicionado encendido ?- Jungkook solo hizo un sonido parecido a un suspiro de avispa.- Toma, lo he conseguido para ti. Supuse que tendrías mucha hambre.
De una de las dos cajitas con jugo en la mesa, Taehyung sorbió la de manzana sin dejar de ver al bonito ser frente a él. Jungkook se había ganado la atención de Taehyung. Le agradaba lo suficiente como para conseguirle su almuerzo todas las mañanas. Se agradaban lo suficiente como para no despegarse el uno de otro en las clases, a menos que fuera algo realmente importante.
"Es ahora..."
-Taehyungie, casi no me hablas de tu padre. - Sorbió de su respectiva cajita de jugo.- ¿ En qué trabaja ? Debe ser muy interesante, es decir, tú eres bastante bueno en cálculo.- Una expresión cautivadora le apareció en el rostro, buscando que Taehyung se asincere con él.
-Yo realmente no hablo con papá acerca de sus negocios.-Taehyung dijo con simpleza.-Realmente no hablo mucho ni con él ni con mamá. Aveces están muy ocupados.
Jungkook escrutó la expresión del adverso. Con cautela y suavidad. Kim Taehyung podría ser amado por todos. Podrían agradarle muchas personas, podría agradarle Jungkook, pero los negocios de su padre eran algo delicado para el bien de su familia, así que no podía contarle nada a su amigo.
-¿Ah no?- Le observó, y Taehyung le afirmó en un gesto con la cabeza.
-Cuéntame del tuyo.- Taehyung dió una mordida al sandwich de queso fundido.
El castaño pensó un momento, rememorando las cosas que había hablado con Amelier. Lo que tenía que decir y lo que no. Dejó a un lado la cajita de jugo y la observó. Se tomó un breve momento para tomar aire y hablar.
-Trabaja en Lerndon Stage. Uno de sus amigos lo ascendió a jefe, porque de retiró.- Sonaba tan convincente.
Taehyung le asintió, indicándole que lo escuchaba. Jungkook seguía hablando y siendo escuchado por el un año mayor que él. El menor estaba completamente seguro de lo que decía. Taehyung se veía convencido, sin una pizca de duda. Sería imposible que no le creyera a aquel par de ojitos brillantes y expresión de niño pequeño e inocente.
Jungkook sabía hacer muchas cosas. Era bueno mintiendo, era bueno con los cálculos también, era bastante inteligente para varias situaciones. Sabía que hacer y que no en cualquier momento.
-Por ello estoy aquí. Él quiso venir de nuevo y yo no puedo separarme de él.- Taehyung se tragó toda la historia.
-¿ Por qué me mientes ?- El más alto habló.
Beomgyu tenía el cuerpo tiritando y los ojos llenos de lágrimas. No quería escuchar aquel tono tan seco y malhumorado. Yeonjun siempre lo había tratado con sumo cuidado y cariño, ahora, estaba allí frente a él, con dolor e indignación reflejados en el rostro.
-Junie, no te miento, Bi-...
-¡Ya basta!- Yeonjun lo interrumpió.- Sé que no salimos mucho, pero caíste bajo Beomgyu, caíste tan bajo.
Las palabras le cortaban hasta lo más profundo al más bajo y le dolía. Le dolía tanto; su pecho dolía, su garganta dolía, su ser dolía. Yeonjun lo miraba con mucha indignación.
-¿Acostarse con Taehyun? ¡¿Con él?! Sabes que no busca más que follar con todo el que se le cruza por enfrente.- Las palabras que salían de su boca eran agrias.
Beomgyu no lo había hecho, y estaba seguro de que no era él quien tenía a Kang Taehyun encima en aquella habitación de motel. Le estaban jugando una fea broma, y él no recordaba.
-Y-yo lo puedo arreglar Yeonjunie, dame tiempo y te domostraré que no lo amo a él. Es a ti...-Su mano acarició el brazo de Yeonjun.
El más alto ignoró el tacto, aunque le doliera hacerle eso a su novio, o mejor dicho, al chuco que tanto amaba y que no sabía que era ahora de él. Se alejó un poco, jirandose a caminar. Unos pasos y paró.
-Dejemoslo así.-Dijo entonces, sin siquiera voltear a ver a aquel indefenso niño, con el dolor hasta la garganta.
Aquella pequeña equivocación le estaba costando bastante caro.
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•|Appearance|•-Vkook-
Fanfiction-Jungkook, si alguna vez todo lo que me dijiste fue cierto, p-por favor, no dispares...-El sonido del cañón del arma resonó estruendosamente en sus oídos.