—Entonces, ¿Has conseguido que el tal Jungkook aceptara tu invitación? - Beomgyu le miraba espectante mientras que con su mano derecha tomaba una papita frita y la metía a su boca.—Que te puedo decir. - Giró a verlo con una expresión triunfante.
El de cabello claro soltó una risita burlona y se recostó en el sillón de la habitación del mayor. Estaban viendo películas de acción, aunque ninguno le ponía atención por hablar de lo suyo y reirse de tonterías.
Si había algo que a Choi Beomgyu le encantaba, era burlarse de su amigo, de la manera en la que había estado mirando a Jungkook cuando el chico tan solo llevaba en el colegio una escasa semana.
—Ya, vamos, deja de burlarte.- Le empujó irritado para que cayera hacia un lado del sillón. Pero a Beomgyu no pareció molestarle, solo aumentó sus carcajadas, observando risueño la molestia y timidez del mayor.
—Rayos, Kim Taehyung, te atrae un chico del cual solo sabes su nombre.- El menor podía jurar que estaba por desmayarse al no poder parar de reírse, era graciosa la manera en la que los ojos de Taehyung se agradaban cuando escuchaba sobre Jungkook.
—Ya, anda, se nos hará tarde para vernos con los demás.- Se levantó lanzándole un último golpe con la almohada a Beomgyu, atrapandola este con el rostro.
Había sido con la suficiente fuerza como para hacer que cayera hacia atrás.
—Estás jodido.- Habló sin aliento y entre risas.
Miraba las frutas frente a él, mientras que Amelier traía un delantal amarillo ácido y las mangas de la camiseta dobladas hacia arriba. Lavaba los últimos trastes mientras que Jungkook tenía una fresa del tazón en su boca.
—Fue muy fácil de hecho, me hizo la solicitud.- Masticó con ganas la fresa.
El ruido del agua corriendo y las dos voces era lo único que de escuchaba en la cocina.
—¿Te ha hecho preguntas acerca de ti?- Amelier habló por fin, dejando el último plato en su lugar y secando sus manos con una toalla blanca. Se giró a ver al menor y se recargó de la estufa.
—Hum, el martes me preguntó muchas cosas, de dónde venía, si tenía hermanas o hermanos, y-...
Jungkook fue interrumpido por el toc, toc de la puerta, los dos chicos se miraron. El mayor se quitó el delantal caminando a la sala para llegar a la puerta. Jungkook escuchó la puerta abrirse, un par de veces, amortiguadas por la distancia y poco tiempo después, la puerta cerrandose.
Amelier volvió con comida china, puso las cajitas en la mesa y al menor le brillaron los ojos.
—Ya era hora. - Chilló feliz y con sus manos deslizó por la mesa la cajita que contenían su comida.
Amelier soltó una pequeña risita y se sentó frente al castaño de ojos de cordero.
—Te pondrás en mala salud si comes tanto siempre Jungkook.- Le habló burlón y volvió a reír en cuanto lo escuchó bufar.
—No necesito estar delgado. - Con las cejas levemente fruncidas tomó los palillos y comenzó abriendo la cajita blanca.- Además, no es como si-...
Fue interrumpido nuevamente, y maldijo internamente. Si teléfono comenzó a sonar con un par de Rings y vibraba impaciente esperando a responder la llamada de un número desconocido.
Rápidamente, captó la observación atenta del mayor, espectante por la repentina interrupción teléfonica.
—¿Hola ? - Hubo un breve silencio, al otro lado de la línea se podía escuchar ruido de fondo público, le hizo saber que quien llamaba, estaba en un lugar lleno de personas.
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•|Appearance|•-Vkook-
Fanfiction-Jungkook, si alguna vez todo lo que me dijiste fue cierto, p-por favor, no dispares...-El sonido del cañón del arma resonó estruendosamente en sus oídos.