El Prisionero De La Bestia [Harco/Drarry]

Capitulo veinte

Marvolo se acercó a paso lento hasta Harry.

— Tú me quitaste a mis padres, no me quitarás a Draco. —

Tomó con fuerza el pie de Marvolo y jaló de él al mismo tiempo que se ponía de pie casi de un salto, los papeles se habían invertido y Harry puso su pie descalzo sobre el cuello de Riddle, que parecía molesto y confundido.

— ¿De que estas..? — Se interrumpió el mismo. — Oh ¡Ja! ¿Potter? ¿Eres Harry Potter? —

Pareció darle mucha gracia, pues soltó una carcajada que Harry estaba seguro que se podía escuchar desde la entrada del castillo, como si fuera lo más gracioso que le hayan dicho jamás

— ¿Qué te paso? Tu madre solía ser tan hermosa, perdón por no recordarte o a este lugar, a pasado tanto. —

Dijo con una tranquilidad que a Harry le pareció repulsiva, en un arrebato de furia, agarró a Tom por el cuello, lo levantó algunos centímetros del suelo y lo puso en el borde del techo, donde sus pies ya no estaban sobre el techo.

— ¡No, espera! ¡Bromeaba! —

Su cuerpo empezó a temblar con verdadero terror al ver hacia abajo.

— ¡No me hagas daño! —

En su voz había desesperación y horror, su rostro se veía tan pálido que parecía enfermo.

— Haré cualquier cosa, lo juro, te daré lo que quieras. —

— ¡Harry! —

Y como si el mundo tomara color de nuevo, Harry relajó su cuerpo entero al solo escuchar el grito del hombre que amaba. Draco merecía a alguien mejor que el hombre frente a él, no merecía a un asesino y aún si lo tiraba a la nada, eso no traería de regreso a sus padres.

— Vete. —

Susurró de forma amenazante y dejó caer a Tom sobre el techo de nuevo, lejos de peligro.

Harry se giró, dándole la espalda a Tom y caminó hacia dónde había escuchado a Draco, no estaba muy lejos, de hecho podría jurar que Draco había visto todo, pero no importaba. Draco, al ver como Harry se acercaba, corrio y lo abrazo con fuerza, temiendo que se fuera nada más lo soltara.

— Regresaste. — Dijo Harry incrédulo.

— Por supuesto que lo hice. —

Dijo con una sonrisa, mirando a Harry a los ojos, entonces Harry se dió cuenta que no llevaba su máscara, la había dejado en su habitación cuando Draco se fue. Quiso bajar la mirada, avergonzado de que Draco lo viera así, pero una mano en su mejilla se lo impidió, subiendo su rostro hasta que gris y verde se conectaron.

Harry sonrió al ver a Draco frente a él, mirándolo con amor y ternura, no con asco o terror, de verdad había amor en los ojos grises, pero entonces sintió un dolor agudo en su costado, vio a Draco frente a él cambiar su rostro a uno de horror.

Draco vio caer a Harry y sintió su cuerpo entero temblar al ver la sangre de Harry manchando levemente el techo donde estaban.

Miró a Tom, que sonreía triunfante, y se lanzó a él, lo golpeó con fuerza y pudo jurar que escuchó más voces, pero no tuvo tiempo para analizar de donde venían.

— Tú serás mi esposo aunque tenga que obligarte. —

— Eres repugnante. —

Lo golpeó de nuevo, pero esta vez Tom alcanzó a tomar la mano de Draco, pero él, sin pensarlo, le dió una patada en el estómago que lo hizo caer a la orilla del techo, soltando la mano de Draco en el proceso.