Draco calló al suelo cubierto de nieve y vió a los lobos acercarse a paso lento. A su lado vio una rama algo grande, no era mucho, pero era lo único que tenía, la tomó con fuerza listo para golpear a los lobos con ella.
El caballo a su lado se movía bruscamente, tan asustado como él.
Estaba listo para intentar pelear, aunque estaba casi seguro que moriría esa noche, pero entonces un fuerte sonido lo hizo levantar la mirada. Harry estaba a unos metros de él, se veía molesto pues a pesar de no ver su cara, podía ver sus puños fuertemente apretados y su postura rígida. En cuestión de segundos los lobos se habían lanzado a él para atacarlo.
Draco vio con terror como Harry peleaba con los lobos que lo mordían y rasguñaban, soltó la rama que pretendía usar para defenderse y rápidamente se deshizo de las ramas que habían atorado las patas de su caballo, pero un golpe seco se escuchó detrás de él y tuvo que girar para darse cuenta de lo que pasaba.
Vió a Harry en el suelo, sangrando, los lobos se habían ido y Harry lo miraba con los ojos entrecerrados hasta que finalmente los cerró. Draco se encontró entonces con una difícil decisión, si se iba, podía recuperar su libertad, sus sueños, a su familia, pero Harry moriría, no podría aguantar el frío de la nieve y sus heridas eran graves, si no eran atendidas pronto se desangraria. En cambio si salvaba a Harry, podría despedirse para siempre de su libertad, de sus amigos y tendría que estar encerrado el resto de su vida, esperando su muerte.
Miró a Harry una última vez y suspiro, se iba a arrepentir, pero no podía dejar a Harry ahí, no después de que le hubiera salvado la vida.
Se acercó corriendo a Harry y lo cubrió con su capa del frío. La máscara que cubría su cara se estaba cayendo, pero Draco no se la quitó, solo se la puso correctamente, pues no tenía intenciones de ver el rostro del hombre a su lado.
Al llegar al castillo todos los sirvientes se vieron extremadamente preocupados por Harry, entonces Draco entendió lo importante que era ese hombre para todos los que vivían ahí.
- Sé que él parece una bestia, pero no lo es. - Le dijo Hermione. - Harry es nuestro amigo, casi como mi hermano, por favor dale una oportunidad. -
No dijo nada ante eso, pero tuvo que admitir que lo pensó, Harry había sacrificado su vida por él después de todo, lo mínimo que podía hacer era intentar no odiarlo tanto.
Harry había despertado no mucho después de que Draco lo llevó al castillo, pero no había dicho nada desde entonces.
- ¡Ah! ¡Eso duele! - Excepto las quejas que ponía cada vez que Draco intentaba curar sus heridas.
- Si no te movieras tanto no te dolería. - Estaba harto de escucharlo gritar como un niño haciendo berrinche.
- Si no te hubieras ido no estaría herido. - Se escuchó alegría en la voz de Harry, parecía satisfecho.
Ese fue un golpe bajo, pero Draco no se iba a quedar callado.
- Si no me hubieras asustado no me hubiera ido. - No tuvo la necesidad de levantar la voz.
Harry pareció sorprenderse de que le respondiera y se quedó en silencio por unos segundos.
- Si no hubieras ido al ala oeste no te habría asustado. -
Esta vez parecía satisfecho y molesto al mismo tiempo.
- Si supieras controlar tu genio nada de esto habría pasado. - Dijo con firmesa, sin mirar a Harry ni una sola vez.
Ese había sido un golpe muy bajo para Harry, aunque Draco no lo sabía. Se había quedado callado, pensando en el día que el hechizo lo golpeó y en lo mucho que sus sirvientes y el mismo extrañaban ser normales de nuevo. Ginny, Hermione y Ron, que escuchaban todo desde lejos casi se quedaron con la boca abierta, pues finalmente alguien había hecho que Harry se quedara serio ante una respuesta así.
- Gracias, por salvarme, cualquier otro me habría dejado. - Draco se sorprendió.
Esta vez Ron si abrió la boca verdaderamente sorprendido ¿Harry diciendo gracias? ¿Harry siendo amable? Eso no pasaba desde hace años, incluso desde antes de que el hechizo fuera lanzado sobre ellos.
Draco miró a Harry por un leve momento y pareció bajar la guardia.
- Gracias a ti, también me salvaste. -
Cuando Draco limpio la herida de Harry de nuevo, él no volvió a quejarse.
Al día siguiente, el ambiente tenso había desaparecido y Draco había aceptado desayunar junto a Harry, sin embargo, en el pueblo las cosas no mejoraron.
- No suelo dejar el asilo ¿Por qué me llamaste? -
Barty Crouch Jr habló y sin decir una palabra, Marvolo lanzó una bolsa con monedas de oro a la mesa.
- Deseo casarme con Draco, el hombre más hermoso que haya visto jamás, lo deseo en mi cama y con mis niños a su alrededor. -
- ¿Y yo qué tengo que hacer? -
Una leve sonrisa se dibujó en la cara de Gaunt.
- Blaise Zabini, vive con Draco y ayer llegó gritando y diciendo que una bestia tenía a Draco. -
- Zabini es inofensivo. -
- Si - Gaunt golpeó la mesa con furia porque ese hombre no parecía entender. - Pero a Draco le importa mucho y estoy seguro que haría cualquier cosa por salvarlo de un infierno en el manicomio. -
- Hasta casarse. - Se burló Peter, que recibió una mirada de enojo de parte de Gaunt.
- Él es el mejor, es atractivo, inteligente y joven ¿Qué acaso no merezco lo mejor como mío? -
Peter perdió color y asintió con la cabeza repetidas veces.
Crouch levantó la barbilla, parecía pensarlo, pero cuando Gaunt le hizo una señal a Peter y el pequeño hombre puso otra bolsa de dinero frente a Crouch, el hombre solo sonrió y asintió con la cabeza.
- Solamente dime ¿Dónde puedo encontrar a Zabini? -
Marvolo sonrió satisfecho, dentro de poco podría tener a Draco para si mismo y todos se morirán de envidia, todos querrán tener lo que él tiene.
Había perdido mucho en el pasado, pero había trabajado duro para tener lo mejor en el presente y tal vez en un futuro volvería a ser lo que solía en el pasado, amaba tener el poder.
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El Prisionero De La Bestia [Harco/Drarry]
FanficOtra versión de la clásica historia de la bella y la bestia con los personajes de Harry Potter como protagonistas. Un hermoso muchacho de cabello rubio y una bestia de ojos verdes.