𝐸𝑛𝑐𝑎𝑟𝑐𝑒𝑙𝑎𝑑𝑜𝑠. (𝑇𝑎𝑒𝑔𝑦𝑢)

𝐹𝑖𝑛𝑎𝑙 (𝑇𝑤𝑜/𝑇𝑤𝑜).

29 de mayo, año 2031.

Un joven de cabellos castaños que le llegan hasta los hombros camina con suavidad por los verdes senderos de aquel frío cementerio.

El sol brillaba con intensidad, más no le proporcionaba calor.

Con pasos cortos y algo tristes, el joven se detiene frente a la lápida más alejada de todas.

—Ha pasado un tiempo, ¿No es así, TaeHyunnie?

Con casi treinta años, BeomGyu había vuelto a donde estaba enterrado su amado.

Se sentó a un lado de la gastada piedra que tenía inscrito, "Kang TaeHyun, 05/02/1999 – 29/05/2021. Última persona en sufrir pena de muerte en Corea del Sur."

Acarició con sus dedos la piedra, delineando las casi ilegibles letras.

—Hace más de un mes que no venía, perdón. He estado algo ocupado. Ya son diez años, el tiempo ha pasado tan rápido que sigo sin asimilar que ya no estás.

Choi suspiró, mirando hacia el cielo.

—Me pregunto si me estarás oyendo, o si solo soy un idiota hablándole al aire.—Dijo mientras sentía una suave brisa acariciarle el rostro, casi jugando. Esbozó una sonrisa.—Ya veo. Estás aquí. ¿Alguna vez te conté como fue que volví a estar tranquilo en las calles? Sin que me acusaran de asesino o algo así.

La brisa le acarició desde el lado derecho de su rostro, como si negara a su pregunta.

—¿No? Pues te lo contaré ahora, es una buena manera de cerrar este ciclo.

El castaño le sonrió a la nada.

«Resulta que después de que te ejecutaran, yo no quería seguir vivo, no tenía razón para estarlo. Intenté suicidarme incontables veces. Pero siempre estuvieron allí YeonJun, Kai y JeongIn, mi mejor amigo. No entendía de qué me servía estar vivo si no era contigo. Pero ellos me ayudaron, me hicieron ver que vivo por ti. Como tú me lo pediste. Espera, me estoy desviando.—Soltó una risita.—Entonces luego de intentar acabar con mi vida tantas veces, me enfoqué en los recuerdos, nuestros recuerdos, los más bonitos al menos. Y poco a poco iba recordando más y más cosas. Hasta que recordé algo del día en el que supuestamente asesiné a esa gente. Recuerdo que estaba en una fiesta a la que JeongIn me había obligado a ir, un chico se acercó a mi y comenzamos a platicar, rato después desvié mi mirada a la pista de baile, no fue mucho tiempo, máximo tres minutos. Y cuando regresé mi vista al chico, bebí de mi bebida como si nada, sin notar que sabía algo diferente. En ese minuto mi cabeza daba vueltas, me sentía abrumado, fue ahí cuando el chico sacó una pistola de su mochila y me la tendió, diciéndome que era una pistola de dardos de juguete. A causa de mi estado, le creí y comencé a disparar pensando que era un juego. Luego de eso me pasó una tarjeta de crédito y me hizo inhalar cocaína. Eso es todo lo que recuerdo, supongo que después caí desmayado. Luego de haber recordado eso, pedí que se revisaran las cámaras de seguridad, con una pequeña ayuda de SooBin pude recuperar las grabaciones originales, donde se podía ver como me drogaban para que lo hiciera. Pude ser libre y vivir por ti. De verdad quisiera que estés aquí a mi lado, pero como no lo estás, viviré como me lo pediste y trataré de ser feliz. Han pasado diez años. No tienes idea de lo que ha pasado entremedio. Pude cumplir una carrera, ahora soy escritor, y bastante reconocido. También te sorprenderás de saber esto, YeonJun después de enterarse de lo que ocurrió entre SooBin y Kai, terminó con Soo. Comenzó a hablar cada vez más con Kai y ahora llevan tres años de feliz matrimonio. Sorprendente, ¿No? También adoptaron a un pequeño, se llama HyunSung y es una ternura, tiene tan solo dos años pero corretea por todos lados. Como quisiera que estés aquí, podríamos tener nuestra propia familia, ¿Lo imaginas? La verdad, yo sí. En lo personal, con una niña. Espero que puedas perdonarme por no haber vuelto por ti. Sabes que te amo y muchísimo, a pesar que nunca te respondí cuando tú me lo dijiste. Kang TaeHyun, en vida o en muerte, siempre serás el amor de mi vida.»