costumbres
y vicios.
Acostumbrada a besar
a labios diferentes
todos los fin de semanas
a entregarse a un amor
vacío
y efímero
como yo.
El maldito vicio
de extrañarte
en cada calada que doy
en cada lágrima derramada,
el vicio de pensarte,
de llorarte,
de sangrarte
tú eres mi vicio
mucho peor
que los otros.