He vuelto a aquel lugar
que solíamos ir,
el cual conocíamos tan bien
como el infierno mismo.
He visto al chico de humo,
que ahoga sus penas
en su cajetilla de cigarros.
Me ha visto,
realmente me ha observado.
Y note comprensión en sus ojos,
sabía mi secreto.
Después de todo,
tú y yo,
no éramos los únicos
en esta inmensa oscuridad.