Capítulo 6: la visita

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Alice, Mariano, Helena y hasta Bia la miraron sorprendidos

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Alice, Mariano, Helena y hasta Bia la miraron sorprendidos. Bia con miedo. Ese hombre le daba miedo. Yescuchar su nombre le daba escalofríos.

-¿E-estás segura? -tartamudeó Alice. Lucía asintió, perdida. Hasta a ella le costaba asimilar que acababa de decir eso. No quería verle la cara de nuevo. Ya tenía demasiado con que tenían que buscarlo para salvar la vida de Manuel.

-Ok, ¿y cuando irás? -preguntó la señora Urquiza, levantándose.

-Ahora -Alice la miró, sorprendida. Aún más que su familia que también dirigió su vista a ella apenas la escucharon.

-Bien, Lucía, no quiero entrometerme pero... ¿estás segura? -la nombrada asintió -ok, pero voy contigo -aseguró agachándose a su altura y agarrándole las manos. Lucía la miro -. No quiero dejarte sola en este momento y... después de lo que ese hombre, si puede llamarse hombre te hizo, no quiero arriesgarme a que vuelvas a pasar por eso... -ella sonrió. Lo que Lucía y su hijo habían pasado era algo serio y no se tomaba a la ligera. Y ella, estaba dispuesta a acompañarla, si así lo quería, con tal de asegurarse que Antonio no se pasara de la raya, pues era su amiga y no iba a permitir que le hiciera daño. Más del que ya le había hecho.

-Bien pero... si ustedes van a la comisaría, alguién se tiene que quedar por si dan más noticias de Manuel -cuestionó Mariano, algo preocupado.

-¿Ustedes podrían quedarse mientras nosotras vamos a la comisaría a resolver lo de Manuel? -preguntó Alice y su familia asintió. Bia, temerosa, se acercó a su madre y esta, viémdola acercarse, se agachó a su altura. La pequeña, se paró frente a ella y tomó sus manos.

-Mami, ten cuidado ¿si? -preguntó y su madre asintió, besando su frente -. Lo tendré -dijo, para luego agarrarla en un abrazo, acariciándo su cabello ondulado y marrón. Amaba demasiado a su pequeña. Era todo para ella, y no quería que sufriera, a tan cprta edad -bien... -se soltó del abrazo, reincorporándose -. ¿Vamos? -preguntó, dirigiéndose a Lucía.

-Vamos -respondió ella, caminando por el largo pasillo hasta la puerta principal, abriéndola y esperando a Alice, que llegó y juntas pasaron por las dos blancas puertas de aquel hospital y, tomando un taxi, fueron rumbo a la comisaría.

***
Comisaría principal de Bs. As.

Paredes grises...

Y rejas oxidadas...

Un ambiente de desolación, era lo único que emanaba en ese lugar.

Todo era de color gris y apagado. Ni siquiera luz entraba. Apenas un pequeño destello por una de las paredes de las celdas. No era mucho pero, por lo menos, tenían por donde respirar.

En el fondo del lugar, encerrado en una celda a oscuras, se encontraba, sentado en el suelo de cemento con la espalda contra la pared, sus brazos descansando sobre sus rodillas y la cabeza baja, Antonio Gutierréz.

Cambiaste Mi Vida (Binuel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora