U҈n҈ m҈o҈u҈n҈s҈t҈r҈o҈ t҈a҈l҈v҈e҈z҈

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Era un día normal y tranquilo en la Ciudad de Washington, la gente caminando de aquí para allá, entrando y saliendo de las tiendas, todo un ambiente tranquilo a pesar del tráfico. Un oficial sale de una panadería con un paquete de donas en la mano, está a punto de entrar a la patrulla dónde su compañero le espera, pero nota algo raro.

La gente también lo hace, es un grupo de águilas calvas, es extraño además de que las águilas no viajan en grupo nunca habían volado por encima de la ciudad, entonces el verdadero show comienza, las águilas vuelan en picada y antes de chocar contra las personas retoman su vuelo hacia arriba, la gente se asusta, se crea un alboroto pero todo empeora cuando su tipo con enormes alas aterriza frente al oficial quien por el susto deja caer el paquete de donas, provocando que este se abra y un par salga rodando.

Su compañero sale de la patrulla, saca su arma y apunta al sujeto - Las manos arriba donde las pueda ver o dispararé - amenazó aunque parecía en vano.

Las águilas que permanecían en vuelo realizaron un sonido antes de irse, sonido que fue respondido por el hombre, no era muy alto, más bien era de estatura media diría él, aunque mantenía cicatrizada su piel está tenía un color particular, un azul intenso, parecía tener poca musculatura, tenía un saco en la cabeza que le impedía ver su rostro y su ropa no era ropa exactamente, pues usaba solo taparrabos, además tenía extraños símbolos en sus brazos y espalda, no traía consigo ningún arma pero le sorprendió que interactúara con los animales, quizá por las enormes alas oscuras, fuera una especie de híbrido.

- ¿No me has oído? ¡Voy a disparar si no levanta las manos! - estaba comenzando a sentirse nervioso, el sujeto daba un aura extraña.

- Ti ja madu, ya nostriyu toku rastu ale materu? - ¿Los estaba amenazando o solo era su idea?

- Ollé amigo, no sabemos lo que dices así que mejor regresa de dónde veniste - el oficial frente al sujeto hablo mientras llevaba sus manos a su arma.

Pero el sujeto solo estiró sus alas alarmando a la gente a su alrededor quienes se alejaron lentamente, el ser de piel azul curvo un poco la espalda y aquellas alas se apegaron a su piel como si de un tatuaje se tratará - Te voidu na sajara ti ja madu, ya nostriyu toku rastu ale materu? - estaba pidiendo algo, se acercó a uno de los hombres, necesitaba respuestas.

Pero esto no pareció un buen movimiento ante los oficiales que dispararon sin piedad hasta dejar las armas vacías, ninguna le causó dolor y los golpes que empezaron a ejercer contra él parecían cosquillas, pero esto era una guerra para él, había llegado con buenas intenciones, quería resolver las cosas pacíficamente pero ellos le atacaron.

Tomo a uno de los hombres del cuello y lo arrojó en dirección a la panadería provocando que la ventana se rompiera y los muebles junto a los panes cayeran, el oficial quedó inconsciente, la gente huyo del lugar, el otro oficial pidió refuerzos antes de ser tomado por la camisa y arrojado sobre la patrulla que comenzó a sonar.

Más oficiales se acercaron a la zona, todos rodeándolo y apuntando a su dirección - Todobechna la tequis oma pera - exclamó antes de correr por encima de los carros que habían sido abandonados ahí, saltando frente a un grupo de oficiales que comenzaron a disparar.

Tomo a dos del cuello e hizo que sus cabezas chocarán con fuerza, golpeó a otros en el rostro, pecho, abdomen y espalda, pateó a otros y tomo una motocicleta para lanzarla encima de otros más, les golpeó con el codo, choco contra ellos para hacerles perder el equilibrio y fue tan solo cuestión de tiempo cuando todos cayeron. Un carro se detuvo frente a él y nuevos hombres aún más fuertes le dieron pelea.

Recibió golpes en el abdomen, el rostro, las piernas y aunque le causaron un ligero dolor, no se detuvo, está vez los hombres portaban un casco así que golpear su cabeza parecía no valer la pena para él, por lo que atacó sus piernas, golpeó en las costillas y pecho, fue cuestión de tiempo para que todos estuvieran en el suelo.

- Eran excelentes hombres - o eso parecía.

Un tipo de piel blanca se acerca a él y antes de que diga algo más, lo ataca, un golpe en dirección a la panza con intención de que pierda el aire pero el que termina recibiendo este es él, a través del saco le mira a la cara, hay un escudo ahí pero no sabe lo que dice, golpea su rostro tratando de aguantar el dolor, ese hombre era más fuerte que el resto, le hizo sentir dolor, uno de verdad.

El hombre le regresa el golpe al doble y es aquí donde la verdadera batalla comienza, golpe tras golpe, pierde el equilibrio tantas veces pero no se rinde, entonces más hombres llegan, vuelve a sacar sus alas y emprende vuelo hacia el cielo, lo más alto posible.

- Se ha escapado - un agente exclama.

- No, no es así - la agencia habla al ver un punto lejos en caída libre - ¡Todos alejense del perímetro! - ante su grito todos acatan la orden.

Y un cuerpo impacta contra el suelo causando un profundo agujero, ante el impacto todo sale volando, estrellándose contra el suelo en poco tiempo. El sujeto se pone de pie, pero al instante una bala atraviesa una de sus alas causándole dolor, varias redes son lanzadas hacia él y a pesar de ser casi imposible da batalla para poder salir, pero nuevamente le disparan, no son balas, son dardos tranquilizantes que al poco tiempo hacen su efecto dejándolo inconsciente.

- Hermano - CIA levanta a FBI como si fuera un trapo viejo y lo deja pararse - Lo atraparon mis hombres, eso quiere decir que ahora está en manos de ONU, así que ahora estamos en empate - informa mientras ambos ven a los hombres de CIA acercarse al cuerpo inconsciente, para sacarlo de ahí.

- He sido yo el que le ha dado batalla - suspira frustrado mientras dirige su mirada al camión que trajo el más alto - Se puede despertar, atacar a tus hombres y escapar -

- Tranquilo, son dardos que se usan en los elefantes, además fueron muchos y si no duran el tiempo suficiente aún tengo más - palmo su hombro para acercarse a sus hombres e irse de ahí, tenía que viajar a Rusia, ahí lo había citado ONU en cuanto se enteró de esto.

Entro a la ambulancia donde un grupo de médicos especializados se encontraban tratando el cuerpo inconsciente del sujeto.

- Señor, debemos quitarle el saco - un médico informo.

- No sé lo quite -

- Pero señor, es necesario para -

- Es una orden directa de ONU, ponle el aparato ese por debajo del saco sin levantarlo no es tan difícil -
















Lamento que la escena de batalla fuera tan pésima pero no sé cómo transmitir una pelea.

Nuevamente lo dicho por este sujeto, no lo traduzcan, lo haré yo.

- Dime, ¿Dónde está tu jefe? -

- Solo lo repetiré una vez bastardo, dime, ¿Dónde está tu jefe? -

- Quería hacer esto a la buena -

Recuerden que escribo sus diálogos por mame, no me he invitado ningún idioma extraño, ni me estoy drogando.

ෆ╹ .̮ ╹ෆ

¿Quién es él?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora