W҈e҈y҈, ¿P҈o҈r҈q҈u҈e҈?

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Argentina se encontraba en aquella habitación que le había sido asignada, hablando por una videollamada con el mexicano quien permanecía con cara de pocos amigos como siempre.

- ¿No dirás nada? - Argentina pregunto, pero México solo ancló una de sus cejas, la derecha para ser más específicos, la cual estaba perfectamente depilada y muy poblada - Che, si te cuento lo que hacemos aquí ONU me va a agarrar a piñas - exclamó con amargura.

Recién habían hecho su primer visita a aquel sujeto y una vez terminarán de compartir su punto de vista todos se fueron a descansar, pero él tuvo que hacer una última llamada al mexicano, si no le decía en ese momento que no le compartiría el chisme, sería muy tarde para él. Pero tal parece que al tricolor poco le interesa que su vida corra peligro.

A veces se arrepentía de haberse hecho amigo de aquel country, quien a pesar de su estatura media, su rostro serio por naturaleza, su cuerpo musculoso y casi repleto de tatuajes ya era temeroso por si solo, imagínate cuando está realmente molesto. Aunque agradece internamente que el mexicano no esté realmente molesto en esos momentos.

- ¿Es neta wey? - finalmente había vuelto a hablar, lo cual el argento agradeció internamente - Si no ibas a poder contarme el chisme pa' que entraste entonces, ¿Eh? - aunque aún sonaba tosco, lo cual no era ninguna sorpresa para él.

- Che, quiero hacer esto - regresa su atención a la habitación ignorando la cara de completa sorpresa del mexicano al ser pasado de largo, Argentina se coloca de pie para asomarse a ver si no había nadie cerca de ahí, a sabiendas que todos se encontraban durmiendo, y cuando estuvo seguro regreso a su cama para volver a mirar a México, quien hace rato había regresado a su expresión habitual - Además... Estoy en Rusia pibe, nunca hubiera conocido Rusia por mi cuenta y ahora tengo este privilegio -

El de sol sonrió al final y México solo chasqueo los labios desinteresado, esto bajo de las nubes al argento - Sale pues, entonces disfruta de tu puto viaje, yo iré dentro de poco a España, si tienes tiempo ve, el resto también irá, España quiere vernos a todos - con eso último colgó la videollamada.

Argentina pensó por un momento sobre lo dicho por el mexicano, pero al poco tiempo nego, la verdad es que no estaba de humor para volver a ver a España, por lo menos no desde lo que pasó la última vez, España es como un hermano para él, después de todo es el hijo legítimo del Imperio Español, y él gracias al alcohol hizo una boludes.

Se levantó nuevamente y salió de la habitación, a pesar de ser casi las tres y cacho de la madrugada, él no tenía sueño todavía, se dirigió a la sala de aquella casa, en esos momentos agradecía tener la habitación del primer piso ya que así el resto no se percataría de su insomnio, se dirigió a la cocina o ese era su destino hasta que vio a Tonga en la sala.

El country permanecía perdido en su propio mundo mientras en la tv pasaba una película que poca relevancia tenía para éste, esto sin duda llamo su atención, sabía que el oceánico también tenía problemas para dormir como él, pero nunca lo había visto tan ensimismado. Se acercó a éste y cuando noto que ni siquiera se percató de su presencia se sentó a su lado en silencio, iba a esperar a que el otro reaccionara y hasta entonces no haría nada, pero esto no se pudo hacer ya que algo más llamo su atención.

En las manos de la representación se encontraba un fajo de billetes y una carta, luego recordó que el ountry a su lado siempre iba acompañado de un pequeño conejito león naranja, busco con la mirada al animalito, pero se detuvo al escuchar un sollozo. Regreso su atención al contrario y lo encontró tratando de contener el llanto, encorvado, apretando con fuerza sus puños, quiso preguntar lo que pasaba, pero no se animó.

Simplemente se conformo con darle un abrazo que al poco tiempo fue correspondido, lo dejo descargar todo su llanto en su pecho, ni siquiera se preocupo que el resto se despertara y los encontrarán en aquella situación. No conocía del todo a Tonga, pero desde que empezaron esta organización se ha vuelto un fiel compañero de los desvelos.















Este libro posiblemente contenga algunos temas delicados, quiero informarlo desde ya, para que no los tome por sorpresa.

En esta historia, Imperio Español y España son padre e hijo, es decir, España no tiene las manos manchadas de sangre.

México aquí es un poco más serio, agresivo, de pocas, pocas pulgas, pero siempre fiel a los chismes.

Sin más que decir nos vemos la próxima semana, no olviden comentar alguna duda que tengan, si es que tienen.

ෆ╹ .̮ ╹ෆ

¿Quién es él?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora