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El perfume del cuerpo ajeno invade su olfato, sus ojos cansados miran el tocador de la habitación, no hay nada más que una computadora apagada, no pude contener el suspiro entrecortado y pesado que se escapa de sus labios, acostado de lado sobre las sábanas sucias con solo una colcha igual de sucia encima, su cuerpo tembloroso se demuestra incluso por encima.

Retiene un sollozo cuando sus cansados ojos se nublan y las lágrimas manchan el puente de su nariz y el costado de su cara, pero el ruido de la regadera deteniéndose lo asusta, se sienta tan rápido que su cabeza pesa, su cadera pulsa con fuerza y no puede evitar quejarse. A pesar del dolor busca por toda la habitación la bata de baño que una vez en sus manos no pierde el tiempo, camina hasta el tocador mientras se coloca la bata, enciende la computadora y comienza a abrir carpetas privadas.

Lee toda la información, edita nuevos formatos y crea otros, vuelve a verificar toda la información y su cadera sigue doliendo, intenta ignorar los condones usados por toda la cama, la ropa esparcida, las sábanas manchadas, cualquier indicio de que dos personas se abrazaron sobre la cama. Su mente divaga, es la primera vez que lo hacen en la cama, la primera vez que su compañero es suave, pero ese nombre no desaparece.

Sus ojos se nublan y él intenta no caer en llanto, sin embargo, la puerta del baño siendo abierta lo alerta, seca sus lágrimas antes de seguir escribiendo, el reflejo en la pantalla muestra a su acompañante vistiendose, se queda así un momento, viendo lo que el otro hace hasta que camina hacia él, lo siente tomar su hombro y asomar la cabeza.

—¿Lo tienes?— su voz rozando su oreja, su cálido aliento golpeando contra él, contiene el dolor de su corazón oprimido.

—Solo debo hacer unos ajustes— sabe que su voz es áspera y rasposa pero el llanto suprimido aún se escucha.

Su corazón late dolorosamente cuando mira la pequeña sonrisa en los labios contrarios —Bien hecho— aprieta su hombro amistosamente —Enviamelo en cuanto termines— suelta su agarre antes de darle la espalda.

—¿Qué harás después?— voltea hacia él, lo ve detenerse y la oscuridad en su mirada es tenaz —Sé que es doloroso para tí tambien— intenta hablar.

—¿Lo sabes?— pero es detenido —Oh, vamos, lo único que sabes es que yo estuve ahí, cuando masacraron a mis hermanos y no fui capaz de hacer nada— su voz no titubea, no hay sufrimiento en sus palabras, pero sigue habiendo tristeza y desagrado.

—Pero no fue tu culpa— quiere ponerse de pie pero el dolor no lo deja —No podías hacer nada contra el enemigo tampoco es malo que no seas capaz de recordarlo, es normal que el cerebro quiera desechar ciertos eventos traumáticos, no es tu culpa nada de esto—

—No, no lo es. Es su culpa, ustedes abandonaron el caso apenas lo sugirió Inglaterra, su deber es resguardar nuestra seguridad pero no hacen más que idioteces— su boca escupe veneno con cada palabra —Me iré primero, al salir, asegúrate que nadie te vea—

Bajo su mirada el pestillo desaparece, la manija gira en cámara lenta y antes de que lo pueda evitar, sus labios secos sueltan tan dolorosas palabras con el escape de su acompañante —Te amo— no parecía una afirmación, tampoco era una pregunta porque su única respuesta fue el golpe de la puerta siendo cerrada, era una súplica silenciosa. Su voz tembló con cada letra y la suplica por una respuesta real estaba ahí.

Lo odia, las lágrimas se derraman sobre sus mejillas sucias, su áspera garganta emite el llanto que trato de esconder, llora, llora tanto como lo hizo en la cama cuando era abrazado con tanto anhelo porque sabe que ese anhelo, ese deseo, no le corresponden a él. Por primera vez, desea con todo su ser odiar a la persona que ama porque con solo amarla se desgarra por dentro y lo odia.

Odia ser la segunda opción, odia ser la almohada de consolación, odia ser la herramienta de investigación, odia amarlo y odia no odiarlo. Se odia a sí mismo por ser tan estúpido, odia a su corazón por buscar amor en dónde no lo hay, odia su razón por no ser tan fuerte.

Odia al deseo de ser amado como nunca nadie lo hizo, porque en el pasado él era una hermosa mujer que nunca tuvo suerte en el amor y en el presente, es solo un hombre que se destroza el corazón por un amor no correspondido. Pero a pesar de todo eso, él lo ama y eso es tan aterrador.






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⏰ Última actualización: Apr 16, 2023 ⏰

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