V.

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POV AMELIA


[...] incline mi cabeza hacia la suya por completo y atrape su labio inferior entre los míos...


Sentí los latidos de mi corazón en mí estomago en el momento que mis labios entraron en contacto con el labio inferior de Luisita. La rubia sobresalto y movió sus piernas con brusquedad tratando de separarme de ella pero al instante aferre mi cuerpo al suyo con más fuerza, ejerciendo presión hacia el suelo, haciendo que ella se hundiera más en la arena. En un movimiento inesperado y sin detener el beso, me posicione encima de su cuerpo, acostada sobre ella por completo. La rubia gruñó en forma de reacción a lo que estaba sucediendo pero sin romper el enlace entre nuestros dedos, empezó a mover su cintura de arriba a abajo de manera lenta y desesperante buscando crear más fricción contra mi cuerpo. Le abrí las piernas con mi pierna derecha y la coloque entre las suyas presionando súbitamente su sexo en contra de la tela de sus vaqueros amarillos. Luisita soltó un gemido casi inaudible al sentir la presión de mi pierna y apretó con fuerza mis dedos entre los suyos mientras empezaba a mover su boca en la mía de una forma voraz, casi salvaje.

Su cuerpo empezó a estrujarse contra la arena y juntas nos movimos de lado a lado desenfrenadamente, yo encima de ella, y ella debajo de mí, como si fuéramos serpientes. Succione su labio inferior con unas ganas que hasta me dolían, lo cual produjo un jadeo por parte de la rubia y en un momento que no percibí, ella alzó su pierna izquierda y presiono su rodilla contra mi centro provocando que un fuerte gemido saliera de lo más profundo de mi garganta y fuera silenciado en sus labios. De una manera lenta y sorpresiva, siguió los pasos de mi boca en la suya a la perfección como profesionales en una pista de baile hasta que la falta de oxígeno nos hizo disminuir la velocidad causando que nuestros labios empezaran a moverse al ritmo del sonido de las olas de aquella playa, el cual solo se escuchaba a nuestro alrededor como el susurro de un eco. Mordí su labio inferior apasionadamente recibiendo un jadeo por parte de mi acompañante y cuando su lengua empezó a acariciar mi labio inferior con curiosidad abrí mi boca dándole completo acceso a que ésta entrara y jugara con mi lengua inquieta, la cual fue bien recibida por Luisita mientras ambas nos perdíamos en el riesgo fogoso de aquel beso que parecíamos haber necesitado con mucha urgencia. Su lengua exploro cada rincón de mi boca y en un acto impulsivo la mordí suavemente para luego succionarla en forma lenta y húmeda. Nuestras labios encajaron entre sí tan naturalmente como si su boca fuera esa pieza del rompecabezas que ya había encontrado pero que aún no sabía que necesitaba.

¡Pero que bien besa, joder!

En un momento inesperado la intensidad del beso cambio produciendo gemidos audibles por parte de ambas mientras movíamos nuestras piernas contra el centro de la otra con más fuerza y rapidez. Lamí su labio inferior antes de introducir mi lengua en su boca nuevamente y la chica la succiono despacio enviando una ola eléctrica de sensaciones por todo mi cuerpo mientras que yo comenzaba a notar los pinchazos en mi sexo con más vigor y como la humedad empapaba mi ropa interior.

Joder, podria correrme aqui mismo.

De repente una necesidad inesperada explotó por parte de ambas, deshice mi agarre de los dedos de Luisita y acto seguido entrelace mis dedos en el cabello envuelto de arena de mi acompañante, la cual recorrió mi cuerpo con ambas manos bajando desde mis hombros hacia mis costillas, y luego mi cintura hasta llegar a mi culo donde puso sus manos y empezó a moverlas en maneras circulares como si lo estuviera masajeando para luego presionar mi cuerpo contra el suyo tratando de recortar la mínima distancia entre nosotras y acto seguido abrir y presionar ambas manos sobre mi culo con firmeza y apretarlo con fuerza.

- Mmm... jo...der. - Jadeé.

- Tienes un... un culo increíble. - comentó Luisita entre jadeos.

Lo Que EncontréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora