Mowgli y Shanti eran muy unidos desde niños, y toda la aldea creía que tarde o temprano, terminarían juntos. Pero ahora, ella teniendo dieciséis años y él un año más, parecía que las cosas irían demasiado lentas.
La edad casadera de las jóvenes, por aquel entonces, era a los quince años, pero Shanti estaba tomando mas tiempo. Su familia no la presionaba para ello, pero los candidatos no dejaban de llegar para intentar ser el elegido, aún sabiendo que la oportunidad, gracias al chico jungla, era mínima.
Mowgli sabía esto, así que comenzaba a inquietarse. Aún no conseguía aclarar todo el revoltijo de sensaciones en su cuerpo cuando la veía pasar, cuando ella le hablaba, le sonreía o le dirigía tan solo una mirada. Pero sabía que aunque ella era su mejor amiga y no quería perderla, desde un inicio la quiso como mucho más que eso.
— ¿Oíste del último pretendiente de Shanti? ¡Era el hijo de un mercader! Debió aceptarlo, me habría encantado, así tal vez podría sacarle algunos dulces...
Ranjan, con su incesante parloteo, tampoco ayudaba mucho.
— Ella no es así, jamás estaría con alguien solo para obtener algo a cambio — su tono de voz era duro, pero ni siquiera volteó a verlo, continuó atando juncos con lianas.
— No estaría tan seguro de eso, algún día ella podría verse tentada por todas las cosas valiosas, brillantes y bonitas que le ofrecen, e irse con uno de esos ricos mercaderes — fue entonces cuando atrajo la atención del joven de larga melena, que incluso dejó de lado su tarea.
El adolescente pelinegro yacía recostado sobre un verde césped, con una sonrisita socarrona que le sacaba de quicio. Pero justo ahora, tan solo pudo sentirse un tanto preocupado por lo que su hermano había dicho.
¿Que debería hacer?
No quería perder la amistad de Shanti si al final lo que sentía por ella no era amor como pensaba, pero si lo era y no actuaba pronto, sabía que se arrepentiría toda la vida.
Necesitaba de la ayuda de un profesional.
ESTÁS LEYENDO
Ojitos (El Libro de la Selva).
FanficMowgli ha crecido, ya no es más un niño, y así como su físico cambió, empiezan a hacerlo sus intereses. Cuando ya no todo es juego y diversión, el cachorro humano tendrá que lidiar con el visible miedo que los animales de la selva empiezan a sentir...