La caza del doncel |Drarry|

Capítulo 11: Consumando el amor

Había pasado una semana desde la partida de Draco, y se suponía que llegaría hoy con noticas de Sirius y todo lo que estaba sucediendo con su caso.

—Es un gusto tenerlo de vuelta, joven Malfoy. — Minerva hablaba mientras cogía las maletas de Draco.

—Para mí es un gusto volver a verlos. Ha sido un largo viaje y necesito descansar un poco, me retiro. — Harry sabía que esa era la señala perfecta para que lo alcanzara en su habitación.

—Yo también estoy muy cansado, creo que me iré a dormir— Harry se encamino a lo que parecía el corredor que daba a su habitación.

—Aún es muy temprano, Harry ¿Seguro que te sientes bien? — Pregunto Minerva

—Sí, me siento bien, sólo necesito descansar un poco. — Antes de esperar por una réplica de Minerva se retiró.

Paso a su habitación para ducharse y vestir con su pijama, sabía que debía de perder la pista antes de ir con Draco. Antes de llegar a la que parecía ser la habitación de Draco, Harry reviso el pasillo para cerciorarse de que no hubiera presencias indebidas.

—Draco voy a...— Antes de que Harry pudiera terminar la frase, Draco abrió la puerta de su habitación.

Está era muy diferente a todas las habitaciones que había visto, estaba decorada con tapiz verde y plateado, y en su mayoría las cosas combinaban con ambos colores, la habitación era muy cálida, pero a la vez muy oscura.

—Tu habitación es muy linda, ¿Por qué antes no me habías traído aquí? — Harry caminaba por la suave alfombra que decoraba el piso.

—Siempre soy yo quien acude a tu habitación, pensé que te sería incomodo venir a la mía. — Draco se encogió de hombros.

—Tienes razón, pero ahora ya no es tan incómodo. — Harry se acercó a Draco para darle un beso en la comisura de los labios. — Te extrañe tanto, sentía que las horas no pasaban. —

—Yo te extrañe mucho más, pero nunca deje de pensar en ti. — Draco cargo a Harry mientras lo besaba, ambos terminaron recostados en la cómoda cama.

—Eres un cursi, pero uno muy guapo. —

—Eso ya lo sabía, por cierto; Sirius me entregó una respuesta. — Draco sacó un pequeño sobre de su pantalón.

—Muchas gracias, pero esto puede esperar, ahora mismo sólo me apetece comerte a besos. — Harry beso repetidas veces la cara de su novio.

—¿Qué te parece si mañana nos escapamos? Podemos ir a las islas de Skye, tengo un viejo amigo que podría prestarnos su cabaña. —

—¿Quieres escapar de los problemas? — Harry creía que era una buena idea, sería una oportunidad perfecta para no esconderse de los demás.

—Quiero estar a solas contigo y tener un espacio de libertad ¿Qué te parece la idea? — Draco veía como Harry analizaba su propuesta

—Me parece perfecto, pero ¿Cómo planeas que salgamos de aquí? —

—Por la puerta— Harry golpeo a Draco en la cabeza. — No es una broma, nadie tiene porque cuestionar lo que hago. —

—Si tú lo dices. — Harry beso a Draco antes de girarse para dormir. — Buenas noches, amor. —

Draco no comento nada más, se giró para poder abrazar a su novio y esperar al nuevo amanecer.

De hecho, no quería dormir, su día fue muy difícil como para lograr descansar. Sirius era un hombre interesante y a la vez muy complicado, al inicio se negó a recibir ayuda y fue muy reacio a cooperar, pero después de aclarar quién era y por quienes venia fue mucho más amistoso e incluso le otorgo su bendición para estar con Harry.