Crece la hierba en el desierto,
en el páramo una flor,
mi corazón aquí yace esperando...,
el latir de tu corazón.
Seguiré esperando un sonido,
una respiración agitada.
Más el tiempo transcurre
y sigo sin escuchar los suspiros de tu alma.
Sé de sobras que no es culpa tuya...
estás ahí, cerquita y silenciosa,
oculta tras un escurridizo temor,
lo sé... no me sufras, amor,
no tienes que decirme nada.
Amarte fue, es... y será, un placer.
Solo faltará en mis labios, una plegaria...
Te quise, te quiero, y te amaré,
sigue ahí, ocúltate pero... ¡no te vayas!
No podré tal vez abrazarte,
de mis labios marchitos, agrietados,
seguirás sin escuchar una palabra.
no obstante, amor, sigo aquí, esperando...
Solo esperando enfebrecido,
a que tú me digas solo unas palabras;
«No me iré, mi amor,
solo estoy descansando en nuestra cama».
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LETRAS QUE LIBERAN MI ALMA
PoesíaCuando la soledad juega su papel, nadie está a salvo de una derrota o de un fracaso, en el mío, me vencieron, por lo tanto; lo es al completo. Esa es la razón de estas letras, que, conforman este libro de poesía; ¿una sola razón...? "es todo lo que...