Se hizo desear, sin condiciones, libremente,
La sumisión como palabra más abyecta;
Dejada de su mano… muriendo sin querer.
Una historia más con final absurdo, injustificado.
¿Quién dijo, que amar, era fácil?
Yo, la amé mucho más que a mí propia vida, Y perdí.
Perdí tanto, y tanto dejé de ganar…
Ella aún sigue con su sonrisa fresca y cándida,
Engañando a sueños, pervirtiendo almas y desollando
Corazones… y de mí, ¿qué será de mí…?
No vendrá no, a buscarme y hacerme feliz,
Seguirá cuesta arriba, elevando a unos, u a otros,
Hundiéndome a mí…
Al final será la herida sangrante, la que nunca veo
Pero sangra abundante,
La que procure que mi vida se acabe al fin,
Fingiendo que aún la persigo, pero no;
Solo habrá sido un sueño, y yo me estoy mintiendo…
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LETRAS QUE LIBERAN MI ALMA
PoesíaCuando la soledad juega su papel, nadie está a salvo de una derrota o de un fracaso, en el mío, me vencieron, por lo tanto; lo es al completo. Esa es la razón de estas letras, que, conforman este libro de poesía; ¿una sola razón...? "es todo lo que...