Me voy…
terribles son mis horas,
Lágrimas broncas de suplicios innecesarios.
Cargadas enérgicamente sobre mis espalda,
Me reclaman el pago de la deuda.
¡Ah, miserable, iluso!
¿Te creías que lo tenía olvidado?
Pastando como una gorda vaca
Su pasto seco, sin haberlo ganado…
Pobre de mí…
Mi espíritu no me pertenece,
Huyó acobardado, durante horas…
¿Qué fue infame? ¡Sí! Y yo… aún la extraño.
Reconozco que al envejecer conmigo,
Sus recuerdos me hacen daño…
¡Amada mía… mi aurora!
Aquella que sin pensar, me dio sus mejores años.
Nada es igual en las horas postreras
A mi desencanto…
La busco, sí, ¿Cómo no? ¡Era mía!
Solo mía…
¡Dios…! ¿Por qué me la arrebataste tan pronto?
Era mi vida…
¡Desde entonces que estoy llorando!
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LETRAS QUE LIBERAN MI ALMA
PoésieCuando la soledad juega su papel, nadie está a salvo de una derrota o de un fracaso, en el mío, me vencieron, por lo tanto; lo es al completo. Esa es la razón de estas letras, que, conforman este libro de poesía; ¿una sola razón...? "es todo lo que...