Capítulo 21

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Llevaba cuarenta minutos tirada sobre la cama, ya había quedado revuelta de tantas vueltas que deba sobre ella, sin poder dormir y pensando muchas cosas, seguramente pasaría la noche en vela, hubiera sido mejor quedarme en casa para que nunca hubiera encontrado motivos que me robaran el sueño. Me levante de la cama y me asome por la ventana ¿Qué estaría pasando ahora? 

Podría ir a averiguarlo, de todas formas no podía dormir, aunque era tarde por la noche y jamás me había escapado,  pensé que mis padres, bien podrían no darse cuenta pues volvería a casa en menos de una hora y si Tom ya estaba en casa, si su auto estaba ahí aparcado, podría volver a casa y dormir plácidamente lo que quedaba de la noche, dejándome con algo de tiempo para reponer las horas de sueño perdido. 

Me levante de la cama y busque unos jeans en los cajones que quedaban con algo de ropa, me cerré y acomode la chamarra.

Abrí la puerta  de mi habitación y la cerré lo mas despacio que pude. Mientras estaba ahí parada, como una estatua, considere todas las posibilidades y las posibles consecuencias al trazar los mapas de mi casa y sus desventajas, había muchas cosas que no me cuadraban y yo de personalidad temerosa, veía cosas malas en todas.
Me volví a mirar la venta que tenía a la derecha, la misma por la que Tom subía y bajaba ayudado de la enredadera. Camine en silencio para asomarme a mirar que tan alta era la caída en caso de resbalarme, Tom solía subir y bajar por ahí sin problema alguno ¿ Por qué yo no podría hacerlo?  Lo imaginé y el único problema era sacar la bicicleta del garage y aún así no imposible. 

Suspire y abrí la ventana con la mayor delicadeza posible, mire  de nuevo hacia abajo, sentí vértigo al pensar en la caída. Asome el tronco de mi cuerpo por la ventana  y me apoye con las manos buscando el equilibrio para sacar una de mi piernas y apoyarla en el soporte de madera que guiaba la enredadera, temble cuando saque mi segunda pierna y la apoye en la enredadera. No pude volver a cerrarla y aún si hubiera logrado cerrarla nada me garantizaría poder volver a abrirla cuando quisiera regresar a la casa, baje la enredadera mirando únicamente mis pies y tratando de no prestar atención a la distancia que había entre mis pies y el suelo. 

Cuando por fin logre poner ambos pies en el suelo me sentí aliviada,  la hierba estaba húmeda y sentí que el pantalón comenzaba a mojarse en la bastilla, mire la enredadera y me di cuenta que ni siquiera estaba tan alta. Suspire y comencé a caminar con dirección a la cochera, intentando quedarme lo mas pegada a las paredes exteriores de la casa, para que nadie pudiera verme desde alguna de las ventanas. Para mi sorpresa alguien abía olvidado su bicicleta  en el pasillo.

Mire alrededor y mire la bicicleta, escuche a los perros ladrar pues ya me habían olfateado o escuchado, tenía que ser rápida, pues si duraban mucho ladrando, mi padre o los empleados seguramente bajarían a revisar, me asuste y tomando valor corrí por la bicicleta hasta que me acerque al portón del área de servicio, rebusque las llaves en el pequeño garaje que se usaba para el mantenimiento de los autos y guardar chácharas y trapos de limpieza.

sabía que había una llave de repuesto en color dorada y  que estaba escondida en un bote o probablemente en una caja de herramientas, así que trate de buscar sin hacer ruido al golpear los cacharros, hasta que le encontré escondida debajo de una llave de plomería.

Me acerque al candado para verificar que realmente fuese la llave y lo era, luego me volví a las estanterías para reacomodar las cosas en el orden en el que yo creía que estaban, tome la bicicleta y mire de un lado a otro de la acera, estaba muy sola y se veían a penas unas cuantas luces de automóviles bastante lejanas, las farolas iluminaban bien el camino y me ayudaban a aminorar el miedo, pero todavía guardaba un poco de recelo ante la quietud de la noche, me acomode la gorra en la cabeza de manera que esperaba parecer un muchacho y no una chica paseando sola a medianoche por la calle, quien sabe que loco podría andar por la calle.

When we were youngDonde viven las historias. Descúbrelo ahora