When we were young

Capítulo 26

Dicen que la curiosidad mato al gato y supongo que debe ser cierto, pues estaba tan absorta siendo una entrometida que espía  y escucha conversaciones ajenas escondida detrás de una pared, que cuando sentí algo entre mis pies, jure que que la sangre se me caía  de lleno hasta el suelo y no pude evitar dejar escapar un alto jadeo que intente contener tapándome la boca, como si fuera posible tomarlo entre mis manos y regresarlo a lo mas hondo de mi pecho.

Mire mis pies y me encontré con un perro cocker spaniel color chocolate  visiblemente asustado, tanto como yo, me había estado olfateando los pies. Su naricita húmeda y largo pelaje me habían hecho cosquillas.

-¿Adaline? .- rápidamente Tom había subido hasta el descanso de las escaleras, preocupado.-¿Estas bien? -me pregunto nervioso y ligeramente pálido, le sonreí nerviosa y el pareció calmarse un poco entonces.

-Estoy bien, es que no había visto a...- mire al perro, no sabia como llamarlo y no sabia porque,pero llamarlo perro me resultaba grosero. -no había visto a.- volví a decir, como si repetirlo me hiciera pensar con rapidez en un nombre para el pequeño amigo chocolate. 

-Bobby.- dijo Tom esbozando una sonrisa mas amplia y suspirando con mas tranquilidad.

-Bobby.- repetí y Tom se  hinco en el descanso para tomar en brazos al can como si fuera un bebé, parecía muy dócil, muy amigable por la manera en que se acurrucaba sobre el pecho de Tom y la manera en que él lo acariciaba, diría que cualquiera podría sentir envidia, pero no tenía cara ni para pensarlo después de la manera en que Tom era capaz de tocarme a mi.- Hola Bobby.- musite con nerviosismo y le sonreí, me miro por un momento mientras sacaba la lengua. Tom Volvió a ponerlo en el suelo, había puesto tanta atención a Bobby y su gran entrada que no me había percatado de la cara angulosa envuelta en una cabellera rubia que se asomaba a la vuelta de las escaleras, estaba sonriendo y de alguna forma me parecía muy familiar y parecía que yo a ella. 

Tom se dio cuenta de que miraba a la mujer que estaba mas allá  y volvió a ponerse nervioso.  se mojo los labios y se rio con sus clásicos "hehehe" y  sobándose las manos en el pantalón, ella le sonrió, con una mirada cómplice o burlona, todavía no podía decidirlo. 

-Lamento interrumpir.- dijo barriéndome un poco con sus ojos azules, pero curiosamente, sin hacerme sentir intimidada con actitudes crueles, parecía solo la mirada de alguien que evalúa haberse metido en una situación embarazosa. me di un vistazo yo también, a mi ropa y a mi cabello mojado, mire de soslayo a Tom, que parecía tan casero con su cabello mojado, sentí que la cara se me ponía roja de súbito y le sonreí a la mujer que ahora no solo asomaba la cabeza, si no que podía verla de cuerpo completo. 

-Emma, te presento, bueno ya la conoces.- Tom se atraganto y volvió a reírse igual que antes, su hermana disimulo una suelta sonrisa, o al menos lo intento.- Es Adaline, Emma.

- ¿Adaline?  ¿Adaline?- no parecía como si no me recordara, solo como si quisiera estar segura de ello. Entonces me di cuenta, era Emma, era su hermana y me sentí otra vez nerviosa, aún más nerviosa que antes. 

-Hola.- Me limite a contestar con mi voz galloza y temblorosa.

-Hola.- sonrió  y me extendió la mano,  me puse nerviosa esperando que la mía no estuviera sudada por el nerviosismo, se la estreche y hubo un silencio incomodo. 

-Bueno hermanita, me encantaría invitarte a tomar el té pero...

-Esta bien, tus sobrinos están en la camioneta, querían bajar pero no los deje.

-Dales un beso de mi parte Emma.

-Claro, Adaline.-menciono mi nombre tartamudeando.- me dio mucho gusto volver a verte.- comenzó a darse  la vuelta, Tom me miro sonriente y luego la siguió, cerrando la puerta tras de él y dejándome sola con su mascota, que me miraba con cuidado.